Mi corazón

Sobre todas las cosas cuida tu corazón,  porque este determina el rumbo de tu vida.

Proverbios 4:23

¿Sabías que en la Biblia cuando habla de las emociones o pensamientos usa la palabra “corazón”? A mí me sorprendió cuando me lo explicaron  porque… ¿Qué es el corazón? 

El corazón es un órgano del cuerpo humano  del tamaño aproximado de un puño. Es decir que… no es tan grande.  ¿Lo sabías? 

Bueno continuemos, esta compuesto por tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo, esa sangre se transporta a través de los vasos sanguíneos llamados arterias y venas, estos vasos no son muy anchos por lo que debemos cuidar que no se tapen. ¡Uhau..! Parezco una doctora.  (jijiji) 

Los médicos siempre están dando recomendaciones de cómo debemos  cuidarlo, por ejemplo: llevar una vida sana, portarnos bien para no tener problemas, comer rico y nutritivo, jugar o hacer  algún deporte, en fin todas las cosas que nos dicen en casa que tenemos que hacer.

Todo esto cuida nuestro corazón,  porque este órgano es vital para que todo ser humano pueda vivir con buena salud.

Disfrutar de la vida sana es una manera de obedecer a Jesús.  Si no lo hacemos no podemos disfrutar a full o hasta enfermarnos. 

Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida.

Proverbios 4:23

 

Esta otra versión de la Biblia menciona los pensamientos… las ideas que tenemos, eso que no podemos sacarnos de la cabeza y hasta nos pone de mal humor. 

Debemos cuidar lo que pensamos como cuidamos el corazón. No contaminarnos de palabras malas, mentiras, esos pensamientos en los que a veces nos impulsan a pelearnos con alguien. En fin todo eso nos va infectando. Ser chismoso o escuchar chismes también, como escuchar la conversación de los adultos a escondidas, eso van tapando nuestras arterias espirituales, y la vida llena de amor y paz la vamos perdiendo sin darnos cuentas. 

Este proverbio  nos explica cómo cuidar nuestros pensamientos. Te recomiendo que lo leas atentamente y lo compartas con tu familia y… oren juntos para poder  ponerlo  en práctica. Así vas a pensar como Jesús y  parecerte más a Él.

Cuando lo logramos tenemos más y mejor ánimo, desbordamos de alegría. Y aunque en algunos casos tengamos algunos problemas, sabemos que Jesús siempre está a nuestro lado porque el jamás nos deja solos. 

A veces es difícil hacer lo que nos pide el médico, pero siempre tenemos la ayuda de un amigo o familia que hace también nuestra dieta y ejercicios.

Y si te cuesta hacer lo que te pide Jesús habla con tu familia, la seño o pre de la escuela bíblica, líder o pastor, ellos te van a ayudar en la oración y la compañía.

Así estaremos llenos de buena vida en su amor.

 

Posdata:

Me encanto verte en la iglesia el domingo.