Ayuno

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como los que quieren que todos los vean, esos hasta se hacen los tristes para que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que con eso ya tienen su premio.

Mateo 6:16  

Qué difícil es ayunar, alguna vez te toco hacer ayuno. A mí sí.

Me tuve que hacer unos análisis y tuve que ayunar. Y no tenés una idea lo que me costó, encima justo ese día llegaron visitas a mi casa y como es de costumbre trajeron cosas súper ricas. Obviamente tuve que decir “no gracias estoy ayunando”. Les contaba a todos de mi ayuno y lo difícil que me resultaba… ¡Qué ganas de comer tenía!

Pero era necesario por una cuestión de salud y solo podía tomar agua. Eso no llena para nada.

Después que me sacaron sangre por fin pude comer porque hasta me dolía la panza de ayunar tantas horas.

Cuanto más pasaba el tiempo más pensaba en comida.

Mi ayuno valió la pena porque tuve buenas noticias de los resultados.

El doctor me felicito, me dijo que hice muy bien las cosas y que siga así. Salí re contenta del consultorio, y como era de esperar festejé con una gran comilona. Me lo merecía, va eso creo jijijiji

Esto me hizo acordar que cuando Jesús dio el sermón del monte y enseño muchas cosas para nuestra vida, una de ellas fue AYUNAR.

No se refería a no comer para sacarte sangre, lo que enseñó fue acerca de no comer como una forma diferente de acercarnos a EL. O sea, así como oramos, cantamos, leemos la Biblia, vamos a la iglesia, nos portamos bien… ayunar es otra forma de adorar a Dios.

El dijo que cuando lo hagamos sea en secreto y no andar contándolo para mandarnos la parte, (uyy… todo lo contrario, a lo que hice)

No se trata de dejar sólo comer, también podemos llamar ayuno a dejar de ver tanto la tele, o dejar de jugar con los jueguitos tooooodo el tiempo, ya sea del celu o la play. La idea es dedicar ese tiempo para orar y pensar en lo bueno que es Jesús. Y aunque no lo creas… no es nada aburrido.

Y si querés intentarlo obviamente tenés que hablarlo con tu mamá, papá y las personas que te cuidan para que ellas te ayuden y te den permiso, por ejemplo, para no tomar la merienda una tarde y en ese rato leer la Biblia. Podes orar y contarle un secreto a Jesús como tu mejor amigo.

Jesús no te va a decir: “mira amigo tenés que ayunar porque te voy hacer unos estudios”, obvio que no, la decisión de hacerlo depende solo de vos.

Tampoco tenés que hacerlo por muchas horas, lo más importante es dedicarle más tiempo a adorarlo.

También enseñó que al ayunar no hay que mandarse la parte ni hacerse el importante, porque es algo privado entre EL y el que ayuna.

Jesús se siente feliz pensando en que le vas a dar tu tiempo porque es el mejor de los amigos.

De a poco vamos aprendiendo nuevas formas de profundizar nuestra amistad con Jesús…. Hoy aprendimos del AYUNO.