La semana pasada aprendimos que Jesús no puede estar al mismo tiempo con vos en el cole y conmigo en el trabajo, porque tiene un cuerpo casi igual al nuestro, por eso su idea fue genial y nos permite conocer, y aprender cómo es el Espíritu Santo, que sabe exactamente que quiere Jesús para nosotros y nos ayuda a vivirlo. Si aun no leíste ese devo anterior te invito a que lo leas antes que este.
A veces queremos darle explicación a algunas cosas que no entendemos bien pero… no hay palabras que logren hacerlo. Y como decíamos la semana pasada, solo podemos creer.
Creer de una manera que no se pueda explicar… a eso la Biblia lo llama “fe”. Creer, aunque a veces no haya explicaciones.
Jesús sabia que esto era bastante difícil… eso de creer sin ver. Es más, uno de sus amigos más cercanos cuando le dijeron que Jesús había resucitado dijo: ¡noooo no puede ser… si no lo veo y pongo un dedo en el las cicatrices que le quedaron por la cruz.. yo no creo!
Pero cuando vió a Jesús se quedó re súper sorprendido, y Jesús le dejo tocar las cicatrices … pero le dijo: Para vos es re fácil creer por que me ves, vivís conmigo, pero sabes que Thomas: ¡Son más felices los que confían en mí sin haberme visto!
Esto me pone feliz, Jesús estaba pensando en vos y en mí, que creemos en ÉL, muchos años antes de que yo nacieramos.
¡Que bueno que alguien mas que lo escucho y vió todo eso lo anoto y lo podemos leer en la Biblia. Todo lo que los escritores escribieron y está en la Biblia es para que hoy nosotors lo podamos leer cada vez que lo necesitamos.
Hay días más fáciles de “creer” que otros. Por ejemplo hay días que todo nos sale bien, pero hay otros que las cosas no salen como nosotros queremos, pero siempre es bueno recordar en ambos días el Espíritu Santo esta con nosotros. Nos acompaña en nuestras alegrías y tristezas.
Como te dijimos la semana anterior, podes preguntarles mas a tus maestros de la escuela bíblica o al pastor. ¡Nos encantara charlar con vos!
¡Qué bueno que podemos contar con el Espíritu Santo!