Entonces Jesús dijo:—¿Quién me acaba de tocar? Todos dijeron que nadie y Pedro le dijo: — Maestro, toda la gente a tu alrededor está empujándote y apretujándote.
¡¿Te paso alguna vez de viajar en un colectivo súper lleno?!
Me acuerdo cuando iba al colegio tenia que viajar en tren, justo a esa hora en la que mucha gente quería viajar a su trabajo. Eran pocas estaciones hasta llegar al cole… pero cuando se abrían las puertas mucha más gente quería entrar al tren. Y como
ya estaba muy lleno estabamos muy apretujados… ¡Yo casi no sentía mi mochila!
A Jesús le pasaba igual y estaba acostumbrado a caminar y que mucha gente lo siguiera para estar cerca de Él. Lo querían escuchar, querían ver que hacía y darle un beso.
Una tarde en que Jesús había hecho milagros y la gente lo seguía y quería ver más, Él iba a la casa de su amigo Jairo y lo apretaban mucho. Repentinamente Jesús dijo: ALGUIEN ME TOCO.
Sus discípulos lo miraron y le dijeron: ¡Jesús mucha gente te están tocando… estamos todos chocándonos, hay tanta gente que no podemos ni caminar!
-Si, sí… insistió Jesús, pero alguien me toco. Alguien toco mi ropa de una manera diferente.
Jesús se detuvo y miro a su alrededor, entonces vio a una señora que estaba enferma hacía mucho tiempo pero creía que Jesús hacía milagros y tenia fe. Ella sabía que llegar cerquita de Jesús le iba a costar mucho por la cantidad de personas que lo querían saludar y abrazar pero no se dio por vencida. Quería ser sanada y pensó: – No importa si Jesús no me ve, yo me voy a poner muy cerca de Él y voy a tocar su ropa y se que me voy a sanar.
Cuando solo toco su ropa Jesús se dio cuenta al instante que alguien quería “Algo mas que un saludo”. Estaba buscando de una manera especial al Maestro.
Todos lo apretujaban, pero lo de ella fue distinto.
Cada uno de nosotros es distinto y único para Jesús por eso es capáz de dejar todo para mirarnos y ayudarnos. Todos somos especiales para Él.
Cada vez que vos quieras hablar con Jesús, puedo asegurarte que Él va a estar escuchándote y presta atención a lo que vos decís.
A Él le importa tu vida. Aunque a veces parezca que sos uno más de la multitud.