Jesús me ama

Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.

Mateo 19: 14

¿Te pasa alguna vez sentir que no sos importante?

¿Soñás con ser «streamer» o publicar fotos en Instagram y que mucha gente le dé un corazoncito?… ¿Hacer videos en YouTube y que tengan millones de vistas…?

Eso sí sería algo de alguien importante.  

Bueno, yo no soy así y, aun así, ¡me siento importante! Aunque durante mucho tiempo no me sentí importante. Más bien me sentía alguien muy, muy pequeña. 

¿Sabés? Hace muchos, muchos años, cuando Jesús vivía en la tierra, a casi nadie le importaban los niños. Un día, Jesús estaba dando una charla; había gente escuchándolo muy atentamente. Estaba hablando de algo importante, entonces, unas mamás se acercaron porque querían que Jesús abrazara fuerte a sus hijos y los saludara; querían presentarle a sus pequeños y decirle: «Jesús, ¡ey, acá esta mi hijo!

Para la gente que estaba con Jesús, especialmente para sus discípulos, parecía algo poco importante interrumpir al Maestro solo para que una mamá presentara a su hijo o lo acercara para que lo saludara. Así que los discípulos miraron muy serios y les dijeron: «No es momento. Jesús está haciendo algo súper importante; por favor, no lo interrumpan». Incluso, de alguna forma, trataban de alejarlas para que no se acercaran más. Pero cada vez había más mamás, abuelas y tías que llegaban con los chicos y chicas para que conocieran a Jesús. 

En un momento ¿sabés qué pasó?

Había tantas madres que Jesús miró y vio lo que los discípulos estaban diciéndoles y entonces dijo: «Chicos, no, paren. A mí me importan mucho los niños». Dejó todo lo que estaba haciendo para ir a abrazarlos, saludarlos y darles un beso.

Yo me imagino que hasta se puso a jugar con alguno de ellos. 

Ese día, Jesús dio una lección muy importante a todos los que estaban allí, incluso a sus discípulos, y les dijo: «Ellos son los más importantes en mi Reino. Es más, ¿saben una cosa? Ustedes, los adultos, deben tener el corazón como el de ellos. Para mí, todos son importantes, incluso aquellos que pareciera que para nadie son importantes; a esos, yo les doy un gran valor». 

¿Sabés qué estaba diciendo Jesús en ese momento? Que Él les daba valor a los niños, aunque otros no se los daban. 

En toda la Biblia hay muchas historias, pero todas tienen una gran lección. En todas, Dios quiere dejar algo muy claro: ¡Cuánto nos ama a cada uno de nosotros, y qué especial sos para Él!

Lo dice de muchas formas, pero ese es el mensaje que quiere que sepas hoy. Él te ama, te creó, te diseñó. Está siempre con vos, y si haces algo que no está bien, te perdona. Y, aun así, siempre, siempre seguís siendo de gran valor para Él. 

Saber esto a mí me da paz.