“Se debe dar gracias y alabar el nombre del Señor, porque es bueno y su amor es eterno.”
Salmo 100:4-5
Llegamos a diciembre y quiero agradecerte, a vos que estás leyendo estas palabras. A los PeKes y a cada familia:
Gracias porque, cada viernes o sábado que te llegó el devocional, lo leíste.
Gracias porque, con cada historia escrita, aprendiste algo más de Jesús.
Gracias a los adultos que leyeron para los más chiquitos, esos que aún no sabían leer.
Gracias por sumarte a la gran familia de Dios en La Casa del Padre.
Gracias por preguntar cuando, por algún motivo, el devocional no se publicó.
Gracias por compartirlo en las redes sociales.
Gracias por elegir a Jesús como tu amigo, con la certeza de que nunca te va a fallar.
Gracias por ser parte del milagro de cambiar aquello que está mal.
Gracias por buscar lo bueno.
Gracias por ser portadores de paz.
Gracias por dejarnos entrar a tu hogar a través de estas líneas.
Gracias por tener el mismo sentir.
Gracias por buscar aprender del más grande de los amigos… Jesús.
Gracias por orar por otros y por sentirte parte del grupo de Escuela Bíblica.
Gracias por asistir a las clases cada domingo y estudiar juntos.
Gracias por abrazar.
Gracias por escuchar.
Gracias por ser nuestro amigo o amiga, incluso en los días más complicados.
Gracias por reconocer que sos hijo o hija de Dios.
Gracias por darle a otros la oportunidad de conocerte mejor.
Gracias por no pelear en clase y por ayudar a los demás.