«Feliz el que halla sabiduría, el que obtiene inteligencia.»
Proverbios 3:13 (DHH)
¡Qué difícil es hacer las compras! Y más cuando hay cosas que se parecen o se ven similares… pero que no son lo mismo.
Por ejemplo, en la verdulería están los zapallos: hay verdes, hay zucchini, hay calabaza, cabutia, anco y otros más que ni me acuerdo… jaja. Así que, cuando hago las compras, me confundo y no compro lo que me encargó mi mamá.
El otro día me dijo que comprara tomates, y el verdulero me preguntó:
—¿Cuál querés? ¿Perita, redondo, más duritos o para salsa?
Y mi cerebro dijo: Noooooooo… ¿y ahora cómo sé qué comprar? Pero me acordé de que a mi mamá le hace mal el tomate redondo, así que compré perita. Sin embargo, cuando compré zapallo, me equivoqué y llevé justo el que ella no puede comer.
Esta situación me llevó a pensar en lo importante que es saber distinguir entre lo que nos hace bien y lo que nos hace mal, no solo a nosotros, sino también a nuestro entorno y familia.
Jesús nos enseña de una manera tan dulce, y como es su estilo, con mucho amor a través de parábolas. En Mateo 13:24-30 cuenta la parábola del trigo y la cizaña. ¿La conocés?
En el campo se siembran muchas semillas, como el trigo, que luego sirve para hacer aceite y harinas. Pero también crece la cizaña, que es todo lo contrario: no sirve para nada y es dañina para las personas. La cizaña no deja crecer nada a su alrededor y sus granos son tóxicos. El problema es que se parece mucho al trigo… pero no es lo mismo.
Jesús habló del trigo y la cizaña para enseñarnos lo importante que es saber distinguir entre lo bueno y lo malo. Saber que hay gente que quiere ayudarnos y otras que no tanto. Algunos dicen la verdad y otros nos mienten. Hay comidas que nos hacen bien y otras que nos hacen mal. Películas que son buenas y otras que no deberíamos mirar… y así con todo.
Volvé a leer el versículo del principio:
«Feliz el que halla sabiduría, el que obtiene inteligencia.» (Proverbios 3:13)
Esto es también para vos. Jesús te ayuda a elegir en todo lo que enseñó y está en el Nuevo Testamento. A distinguir entre lo que realmente nos hace bien y aquello que se disfraza de bueno.
Te propongo que mires la foto que está abajo y veas si podés distinguir cuál es el trigo y cuál es la cizaña… ¡Mirá qué parecidas son!
TRIGO – CIZAÑA Parecidas… pero NO iguales.
Nosotros tenemos que ser como el trigo, hacer el bien, ser buenos como Jesús nos enseñó siempre.