Si te preguntan ¿Quién tiene el poder de hacer cosas increíbles? o… ¿quién es capaz de dominar el viento y las aguas? Sí, ya sé que la tenés súper clara… es Jesús.
Cuando Jesús estaba con sus discípulos, sucedieron muchas cosas super maravillosas.
Me gusta mucho la historia del día que Jesús enseñaba a muchísimas personas y estaba en una barca junto con sus discípulos, de repente llegando la noche les dijo: “crucemos al otro lado” y dejaron a tooooodaa la multitud que lo escuchaba y se fueron con él. Me imagino que todos los que se quedaron estarían súper sorprendidos. Por eso también lo acompañaron otras barcas.
Pero en pleno viaje se desató una fuerte tormenta, y las olas golpeaban tanto las barcas, que comenzaban a inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos, que estaban muuuy asustados, lo despertaron.
¡MAESTRO! –gritaron temblando- ¿no te importa que nos ahoguemos? Y muy tranquilo Él se levantó y reprendiendo al viento le ordenó al mar:
¡SILENCIO! ¡CALMATE!
¿Te podés imaginar lo que pasó esa noche? El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. ¿Por qué tienen tanto miedo? Les dijo a sus discípulos ¿todavía no tienen fe?
Esta historia la podés leer en el evangelio de Marcos 4, desde el versículo 35.
Como te dije antes, Jesús hace cosas super maravillosas, pero es muy importante que ante cualquier situación que se nos presente, ya sea desde lo más pequeño y fácil a lo súper súper grande y difícil, si se lo pedimos a Jesús creyendo, con fe, Él lo va a hacer.
Nuestra fe puede empezar siendo chiquita como un granito de mostaza, pero cuanto más conocemos a Jesús, crece cada día más y ya no nos quedamos con ese poquitito. Es importante que todos los días vayamos aumentando nuestra fe. Pero… ¿cómo lo hacemos? Orando, leyendo la Biblia y aprendiendo las historias milagrosas de Jesús, y así, nuestra fe y confianza en Dios crece y crece cada día más.
Creer en Jesús y andar de Su mano, nos va a hacer personas súper grandiosas.