El que tenga oídos, que oiga.
Mateo 13:9
Nosotros tenemos cinco sentidos, me imagino que vos sabes cuales son, de todos modos, los voy a escribir: gusto, olfato, tacto, oír y vista.
Cada uno de estos sentidos son fundamentales para nuestra vida cotidiana, y esto nos permite disfrutar de las cosas linda que tiene Jesús para vos y para mí. Pensá todo lo que hacemos con el tacto… abrazamos a mamá, a papá, a la familia, podemos ayudar en casa con los quehaceres, nos bañamos y vestimos solitos y muchas cosas más.
Con la vista con nuestros ojos podemos ver la naturaleza, ver la lluvia, ver la sonrisa de mamá cuando le traemos una buena nota del cole, leer la Biblia y todo lo que imagines.
El olfato y gusto son sentidos que nos ayudan a disfrutar de las ricas comidas que hace la Abu, sentir el olor a asadito ¡¡mmmmmm que rico!! Y… ¿alguna vez comiste limón? sí que es acido y se nos arrugan la nariz y los ojos por eso tiene que ver con el gusto. El olor a la lluvia en el verano, comer un rico chocolate o caramelo, todo lo descubrimos cuando olemos y sentimos diferentes gustos.
Deje por último oír. Así podemos escuchar una canción y saber si nos gusta o no. Oímos la vos de nuestros hermanos, de mamá, papá, los maestros de la escuela o la clase bíblica o los pastores cuando nos enseñan acerca del amor de Dios, y también oímos el viento, la lluvia, los truenos y nuestros animalitos.
En la Biblia, en el libro de Apocalipsis, el discípulo Juan escribió que tenemos que estar atentos con nuestros oídos y que saber oír lo que es bueno. Algo así como seleccionar buenos alimentos porque si comemos algo que nos hace mal vamos a terminar con dolor de estomago.
Debemos saber elegir lo que queremos escuchar, es decir, lo es que es verdad y es bueno
Es tan importante saber oír que tenemos recompensa.
En apocalipsis capítulo 2 varias veces se menciona que tenemos que oír con atención cuando nos hablan de Dios. Por ejemplo:
“Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios les dice a las iglesias. A los que triunfen sobre las dificultades y no dejen de confiar en mí, les daré a comer el fruto del árbol que da vida”.
“Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios les dice a las iglesias. Los que triunfen sobre las dificultades y sigan confiando en mí, jamás serán separados de Dios.”
Dios quiere, no solo que leamos o escuchemos lo que nos enseña la Biblia, Él quiere que lo podamos entender, obedecer y así podamos recibir todas las promesas que Jesús nos hizo… Que nos cuida, que nos ama, que siempre está con nosotros.
Con tanto amor nos habla y enseña Dios que no quiere que nadie se pierda estas promesas.
¡Qué importante es oír! y mucho más, si oímos la palabra de Dios.
Prepará bien tus oídos porque como sos parte de la gran familia de Dios que es la iglesia, estas palabras y promesas son para vos.