Conectados

Jesús se hacía cada vez más famoso. Mucha gente se reunía para escuchar su mensaje, y otros venían para que él los sanara. Pero Jesús siempre buscaba un lugar para estar solo y orar.

Lucas 5:15-16

¡Hola familia de Pekes! Qué bueno es encontrarnos una vez más para descubrir juntos lo que Dios quiere enseñarnos en este tiempo a grandes y chicos.

Lean juntos este cuento que a mí me hizo pensar mucho…

Carlitos era un niño al que siempre le gustaba jugar fútbol con sus amigos. También le divertía mucho subirse a los árboles… con cuidado para no lastimarse. Siempre estaba corriendo de un lado a otro, y cuando no sacaba la bicicleta para dar una vuelta, era porque ese día había elegido la patineta.

Sin embargo, al cumplir los 8 años las cosas cambiaron porque descubrió la tecnología. Al principio sólo miraba su programa favorito, pero poco a poco cada vez pasaba más tiempo conectado a las redes o mirando series. Hasta que todo el tiempo se quedaba adentro de la casa, desayunaba viendo vídeos juegos en su tablet, y por las tardes pasaba horas en su cuarto jugando en internet.

Carlitos había cambiado, y poco a poco fue perdiendo a sus amigos, y ya no se ensuciaba los pantalones ni usaba lo botines de fútbol.

Un día, cuando menos lo esperaba… un apagón general en todo el barrio fue la vuelta a la realidad de Carlitos. Al principio se enojó mucho por no poder conectarse a Internet, pero según pasaban las horas empezó a recordar lo divertido que era salir a jugar y la sensación del aire en su cara, la emoción de hacer un gol, o las risas que compartía con sus amigos. Fue entonces cuando escuchó una voz que venía de la cocina, no la reconoció muy bien, ¿quién sería? Estaba tan confundido que se dió cuenta si era su papá, fue cuando entendió que había pasado tantas horas frente a una pantalla que ya no recordaba muy bien la voz de los demás.

Eso sí que lo puso muy triste, y con las manos en la cara empezó a llorar… Pero cuando abrió los ojos descubrió que estaba en los brazos del papá que no paraba de besarlo y abrazarlo secándole las lágrimas.

Desde ese día Carlitos solo dedicó un rato del día para estar “conectado” a internet, y la mayor parte para estar con su familia y amigos, y pasar muy buenos momentos juntos.

Cuento de Azucena Zarzuela. (Adaptación)

En estos días pensé mucho en que importante es estar “conectados”, hoy en día y en las distintas formas que podemos hacerlo.

Ahora que estamos más tiempo en nuestras casas podemos jugar, cocinar, hacer la tarea juntos, hablar más y sin apuros… y todo puede ser muy divertido.

Pasamos también muchas más horas del día conectamos a Internet para realizar clases virtuales, chateando con compañeros o amigos, y entreteniéndonos con juegos o películas.

Buscamos estar “conectados” porque fuimos diseñados para estar comunicados con otros.

Jesús desde pequeño supo lo importante de conectarse con su Papá del cielo. Y cuando creció nos enseñó que a pesar de que sus días eran muy ocupados ayudando a quien lo necesitaba, sanando enfermos o enseñando, ¡SIEMPRE! decidía separar un momento del día para estar a solas con Dios en oración

La Biblia nos enseña muchas veces cuánto Dios desea “conectarse” y tener una relación especial con cada uno de nosotros. De toda su creación las personas fuimos diseñadas de manera especial para estar en comunión con su creador.

Jesús sabía lo importante que era para su vida estar conectado en oración con su PAPÁ. Como su Hijo tenía tanto que contarle, tantas preguntas que hacer, ¡tanto que aprender y escuchar lo que su Padre quería decirle!

Por eso Dios espera con paciencia y mucho amor que nos pongamos en contacto con Él, se alegra cuando deseamos pasar un momento a solas con su compañía como si estuviéramos conversando con un amigo, contándole como fue nuestro día, si hay algo que nos preocupa, o nos hizo muy feliz.

Podemos hacer muchas cosas en el día, CONECTÁNDONOS de distintas maneras, así que el desafío esta semana para grandes y Pekes es que conectarnos con Jesús todos los días un rato… Cantando, orando leyendo historias de a Biblia o dibujando algo lindo que aprendamos.