Contá conmigo

El generoso prosperará; el que ayuda será ayudado.

                  Proverbios 11: 25

El otro día me puse hacer un montón de cosas sola y me resultó re difícil, se me complicó todo, me cansé, estuve hasta muy tarde y encima no terminé lo que me propuse, todo mal.

Eso me pasó porque no pedí ayuda, porque las cosas son más fáciles cuando las hacemos todos juntos.

Para pedir ayuda debemos reconocer que no podemos solos, y cuando ayudamos a otro tenemos que hacerlo con mucha alegría.

El ayudar con alegría tiene sus beneficios, te cuento algunos:

1 las cosas se hacen más rápido.

2 podemos jugar mientras trabajamos.

3 la persona que nos pidió ayuda queda feliz.

4 vos sos feliz.

¿Y sabés a quién le alegramos el corazón?… ¡Siii! a Jesús. Porque de eso se trata de hacer el bien y reconocer cuando no podemos solos.

La Biblia nos enseña a ser ayudadores, o sea… estar atentos para saber si alguien tiene un problema, no puede terminar solo lo que empezó, si vemos que alguien está cansado… y otras maneras de ayudar.

Mirando las hormigas atentamente descubrí como todas se ayudan entre sí para tener lo que necesitan y que no les falte. ¿Viste alguna vez como llevan entre 2 o 3 las ramitas más pesadas?

Los pajaritos también, cuando hacen su nido buscan ramitas entre todos y construyen sus niditos en familia y no paran hasta que lo terminan.

Jesús andaba con sus discípulos y les enseñaba a trabajar en equipo, cuando recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas. Cuando caminaba por los pueblos anunciando y hablando del amor de Dios, vio a muchos enfermos y necesitados, y les dijo a sus discípulos: “Hay muchos que necesitan ayuda… oren pidiendo que Dios busque más gente para ayudar y más obreros para trabajar en los campos”.

¡TODOS PODEMOS AYUDAR!

Es decir que somos muy importantes ya sea como ayudantes o como personas que necesitamos de otros. En ambos casos Jesús nos necesita para bendecir y llevar su paz.

Pertenecemos a una gran familia y como es costumbre las familias se ayudan y cuentan los unos con los otros. …¡Sí a vos te hablo! SOMOS FAMILIA.

Así que a recargar las pilas que hay mucho por hacer, y cuando te pidan ayuda podés responder: CONTÁ CONMIGO.

Vos podés contar conmigo cuando lo necesites… ¿y sabés algo? Todos contamos con el mejor de los Amigos: Jesús. Él siempre va a estar a nuestro lado.

Te propongo juntos escuchemos y cantar. Sueño del grupo Montreal.