La semilla que cayó en tierra buena, son los que con corazón noble y bueno escuchan el mensaje. Lo obedecen y con paciencia producen buena cosecha.

Lucas 8.15

Nehiel recibió de su mamá un regalo súper especial, ¡una semana en la casa de la Abuela Tina!, ¡es genial! Entusiasmado, preparo unos juguetes, lápices para dibujar, llevo unos cuentos, claro él no sabía que en la casa de la abuela hay todo eso.

Llegaron y su abu lo estaba esperando con cosas muy ricas, todas hechas por ella, como muchas abuelas, Tina cocina muy bien.  Salieron al patio y Nehiel vio un lugar en la tierra que estaba cercado, no parecía el jardín porque no había flores. Como Juan es muy curioso no se quedó con la duda y pregunto:

– ¿Abu que es eso?

– Eso, corazón es mi huerta – respondió su abuela.

– ¿! ¡¿Una Huerta?!¿Qué es una huerta? Consulto Nehiel extrañado.

– Una huerta es un pedazo de tierra, como el que ves acá, que lo preparamos especialmente para sembrar y diferentes tipos de estas plantas que sirven para comer.

-Que copado abu ¿me enseñas a hacer una huerta?

Sin dudar Tina abrió la puerta de la cerca y con manos en la tierra le enseñó la importancia de la preparación. Pudo mostrarle que esa tierra ya estaba con nutrientes y húmeda. Juntos vieron herramientas que se usan para que la tierra esté blanda y descubrieron como es su correcto uso.

Antes de poner la semilla hay que hacer muchas cosas, decía todo el tiempo Nehiel. Tina le explicaba que hay algunos secretos, una buena semilla, la tierra bien preparada y tiempo para que crezca.

Esa misma noche Tina recordó, mientras cocinaba una enseñanza que nos dejó Jesús. Y la compartió con Juan.

Él nos dice q nuestro corazón, como si fuera tierra preparada para recibir una semilla, debe estar atento para escuchar lo que Dios tiene para nosotros.

¿y qué me dice Dios?, con ansiedad preguntó Nehiel

– Dios dice: TE AMO POR SIEMPRE Y ESO NO CAMBIA., que tu corazón guarde esa semilla. –  dijo la abuela y lo abrazó fuerte.