¡Cuánta gente me aprieta!

¡El otro día, después de esperar mucho el colectivo me toco subir a uno que estaba llenísimo!… no cabía nadie más. Íbamos muy apretados. Había una chica que tenia una mochila, yo la sentía en mi brazo cada vez que ella se movía. Del otro lado había una señora con sus bolsas de compras y las movía siempre para todos lados.

Mientras que estaba parada rodeada de tanta gente recordé una historia de Jesús… No, no, no estoy loca… Jesús no viajaba en colectivo…   en la época que vivo Jesús no solo no había colectivos, tampoco había ni celulares, ni internet no redes sociales… no estaba Twich, ni YouTube ni Instagram. 

Igual Jesús era una persona super famosa… todos querían estar cerca de él, la única forma que tenían de escucharlo o verlo era seguirlo en persona. Si alguien se enteraba que Jesús pasaba cerca iban a buscarlo, siempre los seguían muchas personas y estaban todos como muy juntos… como yo en el colectivo.

La gente se agrupaba por donde Él pasaba, ¡pensaban estrategias para poder verlo! Me acuerdo de uno que era chiquito de estatura, se llamaba Zaqueo… el sabía que Jesús iba a pasar junto con un montón de personas que lo que seguían, y pensó: Yo quiero verlo y saludarlo… Así que no lo dudó… Buscó un árbol y lo trepó y cuando Jesús paso le gritó lo mas fuerte que pudo hasta que el Maestro lo saludó.

También hay otra historia, que me gusta mucho … Una Señora, estaba enferma… quería acercarse a Jesús quería hablarle, pero sabia que iba estar siempre rodado de gente. Quizás ella pensó que no tendría oportunidad de hablarle, pero a diferencia de Zaqueo no quería treparse a ningún árbol. Sí quería estar un poco mas cerca. ¿Sabes que hizo? Fue donde Él estaba y vio que estaba lleno de gente, mucha gente, entonces estiro su mano y pensó: Hay mucha gente, quizás Jesús está muy ocupado escuchándolos y caminando con ellos, así que yo solo voy a tocar su ropa. ¡Estoy segura que me voy a poner muy feliz solo de saber que estoy cerca para poder tocarlo!

Mientras Jesús caminaba, sintió que alguien lo tocó y pregunto: ¿Quién me toco?

La gente que lo rodeaba y sus amigos le decían: ¡Jesús somos un montón cualquiera pudo haberlo hecho! Estamos caminando todos juntos… Pero Jesús volvió a preguntar:¡Alguien me tocó de una manera especial!

Asombrada y con un poco de vergüenza al principio esta señora levanto su mano y dijo: ¡YO! ¡Yo te estaba buscando! Jesús la miro y le dijo que lo que ella estaba pidiendo lo iba a recibir.

Estas historias siempre me hacen sentir especial.

En los dos relatos Jesús estaba rodeado de muchas personas. Muchos lo estaban siguiendo, muchos querían hablarle….

Hoy si vemos a alguien famoso quizá queremos pedirle una selfie o un autógrafo, en ese momento lo que hacían era intentar estar cerca y escucharlo lo mas que podían. 

Jesús vio esas personas que los buscaban de corazón, los que realmente tenían ganas de encontrarse con Él. No importa cuánta gente había, y dedicó un tiempo para ellos.

Cuando Jesús escuchó los gritos de Zaqueo de entre la gente levanto su vista, lo miró, le habló y fue a comer a su casa.

Así que ya sabes… cuando quieras hablar con Jesús tené la plena seguridad que va a parar todo lo que está haciendo para mirarte y escucharte.  Lo que a vos te pasa es muy importante para Jesús…