El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Santiago 1:8 RV 1960
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. El que queda en el medio, el de doble alma, el que no es ni frío ni caliente, es tibio. La Biblia dice que la tibieza provoca malestar. Entonces, debemos encontrar el equilibrio. ¡Ni en el medio, ni en los extremos, sino en el cambio!
Podés nacer de nuevo hoy. Tu herencia no te determina, tu familia no te determina, la iglesia de la cual provenís no te determina, el pastor que te hizo daño no te determina, y el pastor que te bendijo tampoco te determina, porque estás delante del Señor y sos responsable por tu vida.
Un viejo tango dice: «Si soy así, ¿qué voy a hacer?», y quien viva con esa mentalidad se anula a sí mismo.
Aun siendo adulto, no estás determinado solo por tu historia, porque Dios puede hacer cosas grandes, nuevas y maravillosas en tu vida, o por lo menos, distintas de las que has vivido hasta ahora.
Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
Romanos 6:4 NTV
Tenés que decidirte y plantearte tus días deseando que Dios siga provocando… «Novedad de vida».
Sería muy bueno que repitieras casi a diario:
«Voy a ser una persona nueva. No me voy a conformar con quien soy; seré mejor, y eso va a depender del Señor. Voy a darle el lugar de privilegio a mi Dios, el primer lugar. No solo lo confesaré en la iglesia, sino que lo voy a vivir cuando esté solo, cuando mi propio espejo me confronte, cuando me encuentre conmigo mismo. Ahí decidiré que nada ha de determinar mi vida, porque esto es de Dios».
Dios no te ve solo como sos, sino como lo que vas a llegar a ser.
Pastor Hugo H. Herrera, 2015