David le preguntó—¿Cómo sabré entonces si tu padre quiere matarme? Y Jonatán le dijo: —Ven conmigo al campo. Una vez allí, Jonatán le dijo a David: —Te juro por el Dios de Israel, que pasado mañana, a esta misma hora, aquí mismo le preguntaré a mi padre qué piensa hacer contigo. Si todo está bien, te lo mandaré a decir. Pero si quiere matarte y no te lo digo, ¡que Dios me castigue duramente si no te ayudo a escapar!
»Que Dios te cuide como cuidó a mi padre. Yo sé que Dios no dejará vivo a ninguno de tus enemigos. Pero tú, ¡júrame que serás bueno conmigo, así como Dios ha sido bueno con nosotros! ¡Júrame que no dejarás que me maten, ni que maten a toda mi familia! ¡Que Dios castigue a todos tus enemigos!
De este modo Jonatán renovó su pacto con David y su familia.
1° Samuel 20:10-16 TLA
Terminamos esta serie de devocionales inspirados en la amistad y no podemos dejar de mencionar a dos de los más grandes amigos de la historia… La Amistad inquebrantable de David y Jonatán. Un vínculo tan fuerte que resistió las pruebas del tiempo y los más grandes peligros.
La lealtad de Jonatán hacia David se puso a prueba en varias ocasiones. Cuando el rey Saúl, el propio padre de Jonatán, lleno de ira y celos hacia David, lo persiguió y amenazó de una manera alocada.
Jonatán permaneció fiel a su amigo hasta enfrentarse con su soberano y padre, se arriesgó sabiendo que su amigo era la promesa de Dios para su pueblo.
Creo que Dios mismo lo guiaba y usaba de escudo.
Sin ninguna duda esa amistad era un plan de Dios.
Aunque esta amistad tiene un final trágico, en la batalla en que Jonatán muere, su legado perdura. Su amistad es recordada y admirada por su autenticidad y durabilidad. Seguramente inspiró a través de las generaciones la importancia de la amistad basada en la lealtad, el amor y el apoyo mutuo.
La lealtad en la amistad como un tesoro invaluable. La confianza mutua construyendo una relación con raíces profundas. Y la capacidad de renunciar a intereses propios y cumplir un pacto de amistad.
Amistades así trascienden las generaciones, como sucedió con el rey David y Mefiboset, el último heredero de Jonatán. La restitución de la riqueza y el sentarse otra vez en la mesa real de aquel lisiado, fue el cumplimiento del pacto entre dos amigos ejemplares.
La amistad en la Biblia se muestra como algo esencial, comprometido y de diferentes formas, como un catálogo de las diferencias que unen.
Desde la lealtad inquebrantable de David y Jonatán hasta la compasión desinteresada que Jesús enseñó con el Buen Samaritano, cada historia es un reflejo del amor de Dios por la humanidad.
Las amistades verdaderas se prueban en momentos difíciles. Estar presente para nuestros amigos en medio de sus luchas como lo que hizo Jesús por nosotros.
Que hoy tu oración y la mía sea a favor de nuestros amigos en el compromiso de que el Espíritu Santo renueve nuestras amistades.
Jesús cerró de manera magistral el ejemplo de la amistad… Él es nuestra mayor inspiración. Dios te bendiga.
Ruth O. Herrera
