El amor de Cristo se ha apoderado de nosotros desde que comprendimos que uno murió por todos y que, por consiguiente, todos han muerto. Y Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para él, que murió y resucitó por ellos.
2° Corintios 5:14-15 DHH
Amor extremo, exagerado, excedido, imposible de definir exactamente con palabras. Amor que nos fortalece y nos proyecta, que únicamente es beneficio. Esta semana te desafiamos a que pienses, disfrutes, te conmuevas y te completes en el amor de Cristo, y después trates de definirlo o explicarlo. Tarea muy difícil, pero será un desafío que te va llevar directo a sus brazos y a su corazón. ¡Hagámoslo juntos, naveguemos por el intenso amor de nuestro amado Jesús!
Constriñe, exige, impone, son sinónimos que amplían el sentido de este pasaje sobre el amor de Jesús por nosotros. Es que no hay idioma, ni palabras, nada basta para describir el amor extremo de nuestro Señor. Pero sí podemos experimentarlo y creer que en ese amor somos nuevos cada día.
No es algo solamente sensorial, ni abstracto, aunque es difícil de explicar por su inmensidad. Tan excesivo es que solo nuestro Amado Jesús ha podido entregarlo. Pablo escribe desde su propia experiencia.
La versión de Lenguaje sencillo nos ayuda a dimensionar tal amor como uno que nos envuelve y se apodera de nosotros, del que no podemos escapar, impartido por «un Dios que es amor», «Él es la fuente generadora».
Charles Spurgeon en uno de sus sermones expuso:
“El apóstol prosigue ahora explicándonos la razón por la que toda su conducta y la de sus colaboradores tendían a un fin y a un objetivo. Dice: “El amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron”. Yo les doy aquí la traducción más exacta posible. Voy a notar dos cosas en el texto: Primero: bajo apremio. En segundo lugar: bajo un apremio que su entendimiento justificaba. Nuestro principal punto estará bajo el encabezado: “BAJO APREMIO”.
He ahí al apóstol, un hombre nacido libre, un hombre que disfrutaba de una mayor libertad espiritual que todos los demás, gloriándose porque estaba siendo apremiado. Estaba siendo apremiado porque una gran fuerza lo mantenía bajo su poder. “El amor de Cristo nos constriñe”. Yo supongo que “nos constriñe” es probablemente la mejor traducción que pudiera encontrarse para este pasaje. Pero también podría traducirse como: “nos restringe”.
El amor de Cristo restringe a los verdaderos creyentes de ser egoístas, y les impide perseguir cualquier otro objetivo que no sea el más sublime”.
Sermón #1411 Bajo Apremio 3
Volumen 24 www.spurgeon.com.mx 3
Esta palabra adquiere un mayor sentido en el amor entre hermanos, amigos, consiervos… nos “expone” al deseo de Jesús de que seamos “realmente uno”
El amor extremo de Papá debe ser nuestra identidad, la meta de cada día y un desafío en la tarea que desarrollamos como iglesia.
Ruth O. Herrera
