Confrontados

Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús…

 Filipenses 2:1-5 RVC

Hay una riqueza inmensa en usar varias versiones de la Biblia no solo para entender, sino para identificar y reconocer la profundidad de algunos términos. Además, nos inspira a seguir reflexionando. Nos saca de la lectura costumbrista, dando frescura a la Palabra.

¿Cómo parafrasearías estos versículos de la carta a los filipenses? Al intentarlo pude escribir lo siguiente:

“Si ustedes disfrutan el bálsamo de estar en Cristo, si pueden desahogarse y sentir paz por su amor, si mantienen su comunión diaria con el Espíritu Santo, se reconocen como personas afectuosas y son compresivos y logran ponerse en el lugar de los demás… me harán más inmensamente feliz de lo que soy.

Esfuércense para convivir amándose y respetándose verdaderamente, para lograr ser un solo cuerpo. Deben comprometerse y trabajar para erradicar la envidia y las peleas, reconociendo que nadie es más importante que el resto.

Potencien el esfuerzo de los demás y valoren la unidad. En fin, todo puedo resumirlo con este consejo: “Sean imitadores de Cristo, vivan y sientan como Él”.

Realmente leerlo, repensarlo, escribirlo y volver a leerlo, compararlo con diferentes versiones bíblicas y con mi propia vida fue un desafío.  En lo cotidiano el respeto y evitar peleas es muy sabio, pero muchas veces difícil de sostener.

Me imagino que el apóstol Pablo pudo escribirlo después de haberse confrontado con su propia realidad. Él tenía muchos motivos para sentir rencor o resentimiento hacia quienes habían criticado, juzgado y desvalorizado su experiencia fuera y dentro de la comunidad cristiana. Y creo que este pedido a los filipenses fue el resultado de una unidad muy estrecha con Su Señor.

Estos versículos nos confrontan. No nos dan lugar a falsas interpretaciones, por su claridad y contundencia. Y esta elocuencia de Pablo, “presiona” a los filipenses a ser cuidadosos y detallistas en las relaciones interpersonales. Es más, los fuerza poniéndose él mismo de por medio, y los hace responsables de su propia alegría.

Comunión, humildad, unidad, respeto, generosidad, somos confrontados con nosotros mismos. Sin lugar a la elección, Pablo fue terminante: “Un cristiano debe tener el carácter, y el corazón de entrega de Jesucristo”.

¿Cuál sería tu propia versión escrita con tus palabras… y hechos?

Ruth O. Herrera