Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría.
Isaías 35: 1-2 DHH
(Énfasis del autor)
La posibilidad de encontrar vida en un enclave sediento de agua es más bien poca. Sin embargo, las intensas y sorprendentes precipitaciones registradas en las regiones del norte de Chile durante los meses del invierno austral han dado paso a un insólito desierto florido en Atacama, el más árido y soleado del mundo, según recoge en un reportaje la Agencia Efe.
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Debido al fenómeno climático El Niño, el desierto de Chile sufrió una transformación espectacular en 2017. El territorio se convirtió en un jardín inmenso en el que las flores llamadas “malvillas” cubrían toda la extensión de la tierra árida. Ver la fotografía de ese paisaje es como una pintura maravillosa y delicada. Cada grieta de la tierra reseca se convirtió en un fino espacio del que surgía vida.
El pasaje de Isaías 35 tiene un sentido mesiánico y al mismo tiempo hoy podemos identificar la obra del Espíritu Santo en aquel que se siente seco y camina en el desierto de su propia vida.
Los pobres y los necesitados buscan agua, pero no la encuentran; la sed les ha resecado la lengua. Pero yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré brotar ríos en las cumbres áridas y manantiales entre los valles. Transformaré el desierto en estanques de agua y el sequedal en manantiales.
Isaías 43:17-18 NVI
(Énfasis del autor)
El mensaje de esperanza y restauración es descripto varias veces por el profeta como anticipo de la visión de Apocalipsis. Dice el Señor:
El que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas.» Y también dijo: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.»
Apocalipsis 21: 5 DHH
Las promesas “haré cosas nuevas”, “brotarán ríos en la sequedad”, “la tierra seca florecerá”, hoy pueden ser tu mayor o único sostén. El futuro incierto y la realidad que muchas veces abruma no son la única verdad, porque Dios tiene muchos más recursos e ideas de bien de las que imaginás…
Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 PDT
(Énfasis del autor)
¿Cuál es tu desierto? Quizás sólo no lo sepas…
Hoy vos, yo y toda Argentina necesitamos creer que hay un río inesperado y sobrenatural que cambia la vida de los que no tienen esperanza. Una fe que parece imposible… tanto como un desierto árido con alfombra de flores. Te animo y oro para que en el momento en que te enfrentes a esta lectura le permitas al Espíritu Santo ser agua en tu sequedad, aunque sea como un hilo de agua que gotee en tus pensamientos y te dé una vislumbre de fe… Intentalo.
Ruth O. Herrera