«Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.»
1ª Corintios 2: 9 TLA
Lo que haga hoy va a determinar qué va a pasar en mi futuro. Por eso tomar las decisiones con Dios es tan importante. En Él están nuestros tiempos y el tiempo está en Él. Dice La Palabra que es imposible para el hombre entender que para Dios un día es como 1000 años y 1000 años como un día.
En el espacio las condiciones son diferentes, por eso aunque ahora te parezca rebuscado esto es extraordinario. Lo dice el Predicador de Eclesiastés sin que él lo comprendiera demasiado.
Así como hay cosas que no se ven y sin embargo son realidad, como la energía que es esencial a la materia, hay una realidad que no ves y es tan real como la materia que ves y tocás.
Con el Espíritu Santo pasa lo mismo, hay cosas que no ves y solamente podés vivir en la fe, y en la fe del Hijo de Dios que te amó y se entregó por vos. Por eso el hombre al buscar a Dios quiere entenderlo, tratar de comprender las cosas eternas y esto es humanamente imposible.
Dios envió el Espíritu Santo que nos ayuda a descubrir toda verdad, nos auxilia para entender y creer por fe quién es Jesús, y descubrir a Dios como nuestro Padre. Sin su asistencia ni siquiera percibimos cuánto necesitamos de Dios.
Precisamos buscarlo desesperadamente, porque no es con nuestra fuerza.
“No es con ejército, no es con espada, es con Su Espíritu”.
Hay cargas demasiado pesadas que llevamos a lo largo de nuestra vida haciendo fuerza para creer, fuerza para superarlas, fuerza para avanzar y perdimos la perspectiva para entender que Dios puede hacer lo que nosotros no podemos. Reconozco que muchas veces es muy difícil descansar y creer sólo esperando en Él, cuando nuestra parte es “no hacer nada”
Esto quiere decir que vos tenés que ser responsable por la vida que Dios te dio, pero Cristo es el que va a ser “el Señor de tu vida”. Él va a hacer lo que no podés hacer porque el tiempo está en Él y las cosas que a vos se te escapan, que no podés ver con tus ojos naturales, las debes ver con los ojos de la fe.
Dios va a obrar eso en tu vida porque hay eternidad en tu corazón, en tu ser, según dice La Palabra.
¿Lo creés?
Confesarlo y repetirlo una y más veces nos ayuda a creer porque “la fe se adquiere por el oír”. Creé que tenés la capacidad de vivir las cosas invisibles dadas por Dios.
Lo que no se ve es tan real como lo que se ve.
Dios puso eternidad en tu vida desde el principio, cuando antes de la fundación del mundo estaba determinado que seas su hijo.
Dios está restaurando tu imagen original, y quiere restaurar la imagen original de la iglesia, porque solo así sus planes perfectos pueden ser vistos en lo natural. Lo que está gestando en nosotros es una obra espiritual que debemos traducir a lo natural, para que otros vean y crean.
Por eso este año 2023 tenemos que trascender nuestra limitada capacidad para creer en lo que no vemos y animarnos, sostenernos, insistirnos… acordar y ponernos de acuerdo en vivir y actuar como una familia de verdadera fe.
Inspirado en el sermón del Pastor Hugo Herrera, enero 2015
Ruth O. Herrera