Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.
Hebreos 11:1 RVC
Esta semana conocí a W., un hombre de unos 65 años que está atravesando una etapa terminal de cáncer. Casado hace 40 años, tienen 3 hijos todos profesionales, una familia bien unida y afectuosa por lo que nos comentaba.
Económicamente inmejorable, dueño de varios campos y empresas, se consideraba un afortunado de la vida, y agradecido, ya que hasta se ganó la lotería hace muchos años atrás con un pozo millonario. ¡¿Qué más pedir, no?! Bueno, sus palabras fueron: “la vida se me adelantó, y no voy a poder disfrutar de todo lo que preparé para mi futuro”.
Nos preguntó si creíamos que había algo más allá de la muerte, porque él estaba convencido de que no, que pronto se cerraba tu etapa de vida como ser humano y que no había más…
Por eso, este escrito es una muy humilde invitación y propuesta para todos aquellos que como W. no tienen más expectativa de la vida que la terrenal. Fe, la describe la Biblia como: “la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”.
Es una invitación a un cambio de perspectiva… de una finita de 70, 80, 100 años, a pasar a una de Eternidad. ¡Es la invitación de Dios para cada ser humano de este planeta a una vida donde nos podemos relacionar con Él desde ahora y para siempre!
No estoy hablando de religiones o estructuras religiosas, sino de una “relación personal con Dios” sin “intermediarios”. ¡Excepto Jesús, claro, quien fue el que gestó esta oportunidad maravillosa para todos! A través de su muerte y resurrección en una cruz. No se trata tampoco de un poco de “opio” para calmar el miedo a la muerte, como diría Nietzsche. ¿Pero cómo activar esta experiencia?… Tal vez, no siendo tan autosuficientes, o más humildes.
Tomar la decisión de explorar el área espiritual en nuestras vidas, de levantar la mirada al cielo y decirle: “Dios si existís, quiero conocerte”. Hacerlo con toda la intención, eso basta para que TODA su divinidad venga a nuestro encuentro.
Obvio que también este encuentro puede ser un proceso, pero desde el momento en que nos decidimos a buscarlo… ¡Él ya tomó nota!
Una parte es nuestra… pero como en toda relación la otra parte también tiene que responder…
Buscalo a Dios, ÉL no falla.
Pastor Gabriel Nonini
17 septiembre 2023
