El SEÑOR nos recuerda y nos bendecirá; bendecirá a los israelitas y a los descendientes de Aarón. Bendecirá a todo el que respeta al SEÑOR, desde el más pequeño hasta el más grande. Te bendice el SEÑOR, creador del cielo y de la tierra.
Salmo 115: 12, 13 y 15 PDT
Este salmo es uno de los cantos que los judíos realizaban comunitariamente durante la celebración de la Pascua. Por lo cual es probable que Jesús lo cantara cuando celebró esta fiesta con sus discípulos antes de ser entregado.
En el cántico se remarcan las diferencias entre los ídolos y el Dios verdadero y se enfatiza la idea de que el Señor nunca olvida a los suyos.
La fidelidad de Dios es una de sus características. Él es siempre fiel.
Por eso el salmista declara con total confianza que el Señor nos recuerda, nunca se olvida de los suyos y así como nos ha bendecido en el pasado, lo hará también en el presente y en el futuro. Su deseo, su gozo, su placer está en dar lo mejor a quienes lo aman. A todos, desde el más pequeño hasta el más grande.
El creador del cielo y de la tierra, el Todopoderoso se deleita en bendecirnos. Él es la fuente de toda bendición.
Si este texto se cantaba en Pascua, seguramente el pueblo recordaría todos los malos momentos que habían vivido como esclavos en Egipto y de qué manera milagrosa Dios los libró de la muerte y los llevó a una tierra de abundancia.
Recordar la historia pasada reforzaba su confianza y su seguridad en Aquel que les había dado identidad como nación.
¿Por qué necesitamos no perder de vista esta idea que atraviesa todo el salmo? Porque en este 2023 las noticias dan cuenta de que seguirán tiempos difíciles.
Los ídolos y las supersticiones abundan, los fanatismos políticos también, sin embargo todos ellos son impotentes para cambiar nuestro día a día, cuanto más nuestro destino.
El Dios verdadero, a quien amamos y servimos, se acuerda de sus hijos y quiere que no perdamos de vista que aun en medio de circunstancias inéditas, de incertidumbre global o inseguridad económica Él se encargará de bendecirnos… Hallará la manera. Abrirá puertas de oportunidades, ablandará corazones, moverá el cielo a nuestro favor.
Quizás más de una vez esperar en el futuro puede traernos incertidumbre por eso el recordar las obras de Dios a nuestro favor tiene un gran valor, y de hecho en los salmos una y otra vez exhortan a “hacer memoria”.
“Te bendice el SEÑOR, creador del cielo y de la tierra”. Papi quiere que no pierdas de vista esta promesa.
Estamos atravesando el primer mes del año. Agudicemos nuestros sentidos espirituales para poder contar, enumerar todas sus bendiciones, aquellas más espectaculares y las más sencillas, las que damos por sentado porque siempre las tuvimos y no somos capaces de reconocerlas como resultado de su obrar en nosotros.
Preparate y cuando percibas que sus bendiciones te rodean, decidí ser un agente de bendición donde Él te haya puesto. Sus hijos pueden bendecir en lo poco y en lo mucho, porque pueden dar de lo que primero recibieron de su Padre.
“Te bendice el SEÑOR, creador del cielo y de la tierra”.
Mónica Lemos
