Fuiste Perdonado

Te ruego que recibas bien a Onésimo. Para mí, él es como un hijo, pues yo le anuncié la buena noticia aquí en la cárcel. Antes, Onésimo fue para ti un esclavo inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí. Por eso ahora te lo envío de vuelta, y espero que lo recibas como si me recibieras a mí.

Tal vez Onésimo se alejó de ti por algún tiempo, para que ahora sea tuyo para siempre. Sólo que ahora ya no lo tendrás como a un esclavo, sino como a un hermano muy querido, lo cual es mucho mejor.

Filemón 1: 10-12, 15-16 TLA

Pablo escribe esta carta para Filemón, su familia y la iglesia que se reunía en su casa, pero no era una simple carta sino una declaración de amistad, un pedido muy especial y una demanda muy personal. El escrito, además, sería entregado por Onésimo, quien había de alguna manera defraudado a Filemón y era motivo de la carta, aunque no se dice con detalles. Esta carta tiene tesoros acerca de la amistad, igualdad, reconciliación y restauración concentrados en una sola página.

Seguramente alguna vez la leíste. Para vos y para mí puede resultar sencilla. Pero en aquel momento, cuando los esclavos eran como un mobiliario, que un hombre respetado considere a su esclavo como un igual era demasiado pedir. Más si el esclavo de alguna manera no había cumplido con sus obligaciones.

Lo que Pablo pedía era demasiado. Que llegue a tu puerta alguien que te dañó para que lo recibas con absoluta misericordia puede ser difícil. Pablo le presenta a su amigo fundamentos esenciales para la vida de un cristiano.

Le pide al amo que mire al esclavo de igual a igual, aplicando la misma misericordia que recibió en el perdón que Cristo le otorgó. Para esto comienza la carta diciendo cuánto valora a Filemón y lo reconoce como un buen cristiano.

Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones, porque he escuchado del amor que tienes por todo el pueblo santo de Dios y también de la fe que tienes en nuestro Señor Jesucristo. Le pido a Dios que tu participación en la fe sea tan activa que te sirva para conocer todo lo bueno que podemos hacer a favor de Cristo. Estoy muy contento y alegre porque con tu amor, hermano, has animado al pueblo de Dios.

Filemón 1: 4-7 PDT

(Énfasis del autor)

La frase: “pido a Dios que tu participación en la fe sea tan activa que te sirva para conocer todo lo bueno que podemos hacer a favor de Cristo” es muy directa. Cuando hacemos lo que Jesús enseñó y vivió, lo hacemos a favor de Cristo.

Así que, conociendo el motivo y pedido de Pablo a Filemón de perdonarlo y tratarlo como su igual, la pregunta entonces sería… ¿Como cristiano/a, siempre tengo que perdonar a quien me dañó? … ¡Sí, siempre!

Pablo apela al mismo testimonio de Filemón, a su conducta intachable, a su rol de líder de la iglesia. Pone un espejo frente a él y le recuerda quién es.

No quisiera agregar nada más… Le pido al Espíritu Santo que termine de escribir en tu mente y corazón.

Ruth O. Herrera