Hacer el bien

Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios.

Hebreos 13. 16 NTV

 

El capítulo 13 de la carta a los Hebreos habla de los deberes cristianos y el desafío  que nos presenta es de qué manera ponerlos en práctica. En tiempos posmodernos donde imperan los sentimientos, cuando escuchamos la palabra “deberes” la asociamos con obligaciones y, todo lo que suene a responsabilidad u obligación inmediatamente enciende lucecitas de alarma. Es cierto que no podemos siempre hacer lo bueno por nuestros propios medios, el mismo Pablo experimentó esta realidad

 

Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.  Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

Romanos 7. 18 y 19 RVR1960

 

El apóstol reconoce que como ser humano participa de la naturaleza caída de Adán, pero la vida de Cristo obra en él y esa realidad es la que produce un cambio en sus pensamientos, deseos y acciones. Es solo por la gracia del Salvador que somos nuevas personas, hemos sido transformados para poder ser y actuar como Jesús.

 

Puede ser que estemos preocupados y angustiados por las mismas cosas que el resto de la sociedad y pensemos cómo solucionarlas por nosotros mismos, enfocados en nuestra propia visión y frustrados cuando no podemos alcanzar el ideal.

Pero no se trata de resignarnos, ni de sufrir carencias cuando no es necesario. La pobreza no es sinónimo de piedad ni de espiritualidad. De lo que se trata es de tener contentamiento. Esa cualidad que viene de saber que tenemos a Alguien que se preocupa y se ocupa de nosotros en todo tiempo.

En ese contexto de fe, de amor a Dios y a los hermanos es que el escritor de Hebreos recomienda

 

Que la fiebre del dinero no se apodere de ustedes; conténtense con lo que tienen, ya que es Dios mismo quien ha dicho: Nunca te abandonaré; jamás te dejaré solo.

Hebreos 13. 5 BLPH

 

Cuando una recomendación se registra de manera expresa en las Escrituras es porque lo común es que suceda lo contrario. Por esa misma razón se hace énfasis en que Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios.

 

En este texto, como en muchos otros, la adoración a Dios y el amor al prójimo expresado en acciones concretas que muestran compasión van indisolublemente unidos. Si dice “no se olviden” es precisamente porque como podemos estar tan enfrascados en nuestros propios problemas y objetivos que no registremos la necesidad del otro.  

 

¿Qué significa hacer el bien? En una primera aproximación podemos decir que es lo contrario a hacer el mal. Pero esa no es toda la verdad.

Hacer el bien quiere decir actuar para beneficiar a otros. Decidirnos, elegir colocar su bienestar por encima del nuestro.

 

Hacer el bien a otros es servir a Dios. El compañerismo entre los cristianos, el enfatizar la pertenencia a la comunidad de fe se manifiesta en la práctica cuando mostramos el amor y la compasión de nuestro Señor.

 

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos y en especial a los de la familia de la fe.

Gálatas 6. 10 y 11 NVI

 

Mónica Lemos