A él no le importa la grandeza que pueda tener una personay no presta más atención al rico que al pobre; él creó a todos.
Job 34: 19 NTV
Sigamos reflexionando a la luz de la Biblia la discriminación y cómo podemos aplicar las enseñanzas bíblicas sobre la discriminación en nuestra vida cotidiana.
Dios se reveló a personas que eran discriminadas por los demás. El mismo Jesús rompió las barreras de la discriminación con su ministerio al elegir a los apóstoles que después enfrentaron y superaron la marginación en la iglesia primitiva.
En el libro de Éxodo se relata cómo los israelitas eran oprimidos y marginados por los egipcios, quienes los explotaban, maltrataban sin piedad y consideraban inferiores, despreciando su origen, su religión y su cultura. Incluso intentaron exterminarlos, ordenando que se matara a todos los niños varones que nacieran entre los israelitas.
Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey.
Éxodo 1: 11NTV
Pero Dios no se olvidó de su pueblo, sino que escuchó su clamor, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac, y Jacob. Dios se le apareció a Moisés en una zarza ardiente, y le dijo:
«Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias. Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel.»
Éxodo 3:7-8 RV1960
Dios formó a su pueblo con personas totalmente discriminadas y les dio la oportunidad de ser libres, sanos y tener autonomía. A partir del éxodo, Dios le dio a hombres y mujeres intrascendentes, que fueron discriminados, atacados, y despreciados, un lugar especial y obró justamente a través de ellos para que su plan se cumpliera.
La discriminación es una realidad en el Antiguo Testamento y podemos mencionar algunos casos:
Tenemos a José, quien fue vendido como esclavo por sus hermanos por celos y luego fue encarcelado injustamente en Egipto por la esposa de Potifar (Génesis 37-41).
También podemos mencionar a David, el pastor, menospreciado por su hermano mayor Eliab y por el rey Saúl por su aspecto y su juventud. (1 Samuel 16-17). Otro ejemplo es el de Ester, la judía, que entre muchas jóvenes fue llevada al palacio como una pertenencia del rey Asuero que quería otra esposa. (Ester 1:10).
Estos son solo algunos de los muchos casos de personas discriminadas que nos muestran como Dios ve mucho más allá de lo que vemos y tiene un propósito para cada uno.
Papá se preocupa por las personas que son discriminadas y actúa en su favor. No se deja llevar por las apariencias, ni por las opiniones y conoce el sufrimiento, la necesidad e injusticia de la que, en mayor o menor medida, todos son víctimas. Su interés especial fueron los menospreciados como los pobres, los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Dios no se queda en el silencio y despliega su amor ante quien es discriminado.
Hoy te propongo que si conocés a quien sufre discriminación no dejes pasar el día sin bendecirlo/a y mostrar que todos estamos en igualdad de condiciones frente a Dios.
Ruth O. Herrera