Mi hogar

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.

Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.

La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre.

Nueva Traducción Viviente

La canción termina con una afirmación gloriosa, muestra una certeza inquebrantable, y una profecía eterna aplicable a vos y a mí. Una afirmación que corroboró nuestro amado Señor al decir:

No se preocupen; confíen en Dios y confíen también en mí. Hay muchos lugares en la casa de mi Padre. Si no fuera así, se lo diría. Voy a prepararles un lugar, y si voy y preparo un lugar para ustedes, regresaré. Los llevaré conmigo para que estén donde estoy yo. Ustedes saben el camino para ir a donde yo voy.

Juan 14:1-4 PDT

David llegó a descubrir el amor, el perdón y la paciente mano de Dios a lo largo de toda su vida, que ni por un minuto lo dejó o inhabilitó su llamado y reinado. Un ministerio coronado con el Mesías como su heredero. Este hombre anticipó y estableció una adoración diferente, profunda y osada musical, espiritual y proféticamente. Fue un claro testimonio de la restauración, y soñó con un gran templo donde todo un pueblo se reuniría para establecer la presencia manifiesta de Dios.

Me emociona el final de este salmo, porque une el presente y el futuro en una sola frase, y explica de manera sencilla y profunda la fidelidad de Dios y su eterno amor.

Muchos escribieron, predicaron y explicaron este salmo, pero solo quien ama a Dios con todo su corazón, su alma y sus fuerzas puede sentirlo y vivirlo como una profunda y real experiencia personal.

Que Dios te bendiga y comiences este año disfrutando las certezas de cada una de las palabras del salmo 23. 

Mi propia versión completa es:

Mi Dios es mi todo, mi seguridad, quien me cuida y está atento a mí, con Él nada puede faltarme…

Mi Dios elige para mí los mejores lugares donde puedo descansar y renovar mis fuerzas, me provee de los mejores alimentos y de agua fresca. Él me dice qué camino seguir para que así mi vida sea una honra para Él…

Aun en los momentos más tristes y oscuros, aunque la muerte esté cerca, puedo soportarlo si estás conmigo porque como un pastor amoroso me cuidás y renovás mis fuerzas.

Todos quienes se levanten en mi contra, mis problemas, enfermedades, dolores y angustias me verán sentada a tu mesa, frente a un gran banquete preparado especialmente para mí, podrán oler tu perfume en mis cabellos, serán testigos de la manera en que me bendecís.

No hay manera de vivir lejos de vos, ni en el presente ni en el futuro, porque eternamente voy a disfrutar tu presencia, tu maravilloso amor, tu compasión, porque soy una heredera de tu casa.

 

Ruth O. Herrera