«Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús».
2°Timoteo3: 14-15 RV1960
De la vida de Timoteo no se sabe mucho, sino hasta después de su encuentro con Pablo. Se menciona por ejemplo que nació en Listra, pero ningún historiador de aquella época ha escrito el año. También se nombra en la Biblia a su mamá Eunice y su abuela Loida, haciendo referencia a la dedicación que ambas pusieron en la educación y formación de Timoteo en las Escrituras. Cuando se encuentra con Pablo por primera vez en la Ciudad de Listra el apóstol quiso que lo acompañara, para lo cual primero lo circuncidó debido a que su padre no era judío, sino griego. Y también se destaca la valoración de los hermanos que estaban en Listra y en Iconio, quienes dieron muy buenas referencias de él.
Loida y Eunice eran mujeres conocedoras de las Escrituras y la Ley y entendieron la importancia de enseñar desde temprana edad a Timoteo la identidad, historia del pueblo y sobre todo quién era el único Dios. Bases que fueron fundamentales que lo impulsaron a servir junto a Pablo.
Ellas formaron al muchacho con la capacidad de ser enseñable… y el apóstol pudo así instruirlo hasta que llegara a ser pastor y líder.
Así pues, tengan mucho cuidado de no olvidar las cosas que han visto, ni de apartarlas jamás de su pensamiento; por el contrario, explíquenlas a sus hijos y a sus nietos.
»El día que ustedes estuvieron ante el Señor su Dios en el monte Horeb, el Señor me dijo: “Reúne al pueblo para que escuchen mis palabras y aprendan a honrarme todos los días de su vida, y enseñen a sus hijos a hacer lo mismo.”
Deuteronomio 4: 9-10 DHH
No hay duda de que la madre y la abuela del joven cumplieron este mandato que Dios les dio desde el principio a los padres hebreos, y les dio muy buen resultado. Timoteo fue un joven lleno de la Gracia y del Espíritu de Dios
Cada vez que me acuerdo de cómo lloraste y te pusiste triste, me dan más ganas de verte. ¡Cómo me alegraría eso! Tu abuela Loida y tu madre Eunice confiaron sinceramente en Dios; y cuando me acuerdo de ti, me siento seguro de que también tú tienes esa misma confianza.
2°Timoteo 1: 4-5 TLA
Educar a los niños en el conocimiento de la Biblia y sobre todo para que conozcan íntimamente a Jesús es y será una garantía para que sean más felices, con vida plena y propósito.
Esta es una tarea de todos, con más o menos cercanía o responsabilidad. Mostrarle a un niño el amor de Dios, una sonrisa, darle una caricia… Algo que nos permita decirle que Jesús lo ama. Y a los nuestros, los de casa, de nuestra congregación… los que son nuestra alegría, no dejemos de orar y desvelarnos para que disfruten del Reino que les pertenece.
Padres, tíos, abuelos, maestros y líderes de PeKes o de apoyo escolar… en todos los rincones de nuestro ministerio. Todos somos parte de la construcción de la iglesia en las nuevas generaciones. Hombres y mujeres de todas las edades, “la iglesia”.
Demos de comer el pan de vida a todas las generaciones… nuestra herencia
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Ruth O. Herrera
