…El mensaje de Dios está muy cerca de ti. Está tan cerca como lo están tu boca y tu corazón». Es el mismo mensaje de fe que nosotros anunciamos. Serás salvo si reconoces abiertamente que Jesús es el Señor y si crees de todo corazón que Dios lo levantó de la muerte. Pues Dios te aprobará si crees de todo corazón, y te salvará si con tu boca lo confiesas abiertamente.
Romanos 10: 8-10 PDT
Sería muy bueno que nosotros no perdamos de vista: Amar a Dios, atender Su voz siguiéndole contra toda circunstancia.
Tenés que invertir tu vida en las mejores circunstancias y en las más difíciles.
En mi vida fue así. Hay cosas que no me gustaron, que no quería, pero esas cosas que no me gustaron y que no quería me abrieron nuevos caminos. Pude descubrir nuevas puertas abiertas y cantar aquella canción que dice “sendas Dios hará donde piensas que no hay”.
Por eso cuando experimentas el sufrimiento, cuando tenés que perdonar o tomar decisiones que no son placenteras, buscá al Señor con intensidad. Si amas a Dios con todas tus fuerzas, si atendes su voz y decidís seguirlo como Él quiere, entonces como dice Romanos: “todo es para bien de los que aman verdaderamente al Señor”
Aun siendo sus hijos vivimos tiempos y circunstancias difíciles, pero si algo nos rompe el corazón, cuando salimos del sufrimiento vemos más claramente.
Seguramente hay cosas que quebrantaron tu corazón, pero esas mismas cosas dispersarán nubes.
Nada de lo que ha pasado en tu vida está lejos de la presencia de Dios, a veces Él te hará romper expectativas, así que: no pongas tu luz debajo de la cama porque eso será tu propio techo para ser sanado, sanada.
Si Dios te dio dones, por más simple que los consideres, practica en bendecir a otros en todo tiempo.
Si recibiste el don de servir, ofrece tu servicio a otro no esperes que el otro te lo pida. Si alguien te dice: “lleva mi carga una milla, ofrecete a llevar la segunda milla, porque estás en una posición diferente, estás en una perspectiva de servicio y eso te provocará al gozo.
Así es como el sentido para tu vida empieza a aparecer de una manera más contundente, y te sentís diferente, muy diferente.
Yo deseo que vos ames al Señor, atiendas Su voz y le sigas, que confieses con tu boca, creyendo firmemente en tu corazón que ese es el mensaje de fe que predicamos y predicaremos.
Buscá tu forma. No la del pastor, no la del líder, buscá la tuya, porque ya Dios te dio lo que va a usar para atraer a otros a Su presencia.
Pastor Hugo Herrera
