Ese domingo, al atardecer, los discípulos estaban reunidos con las puertas bien cerradas porque tenían miedo de los líderes judíos. De pronto, ¡Jesús estaba de pie en medio de ellos! «La paz sea con ustedes», dijo.
Entonces sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo”.
Juan 20: 19 y 22 NTV
Este pasaje es de inspiración y potencia las expectativas de vivir una vida plena, que trascienda nuestras realidades, pobrezas de todo tipo, ignorancia y nos provoque a una vida que impacte vidas, no por nosotros mismos sino por cargar el peso de Su gloria.
Pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.
Hechos 1:8 DHH
Ya hemos conocido cómo obra el Espíritu Santo de Dios y sabemos que nunca es igual.
Ni siquiera nuestras experiencias del pasado pueden dar cuenta o limitar lo que Dios puede hacer hoy. Nosotros siempre hacemos fórmulas, y cuando Dios actúa después lo encasillamos, escribimos un manual o un libro como si esa fuera la única experiencia real o genuina. Creemos apasionadamente que tenemos que hablar de lo vivido como la manera en la que Dios seguirá actuando, cuando en realidad Dios tiene múltiples formas e inagotables maneras y tiempos para visitarnos, seguir transformando nuestras vidas y manifestar visiblemente su Espíritu.
No debemos intelectualizar la obra renovada de Dios, y sí anhelarla, y estar expectantes de su persona. Pero sobre todo aceptar el desafío de que cada vez que Dios se manifiesta es para que cumplamos algo más de su plan perfecto.
No quiere “engordarnos”… quiere enviarnos.
Cuando uno quiere ser lleno del Espíritu Santo tiene que saber que será direccionado hacia Su voluntad para manifestar las obras que nos preparó de antemano, y ser enviados en su plan. Nunca Dios viene de una manera especial sobre nosotros si no tiene propósito.
Siempre es tiempo de buscar ser llenos del Espíritu Santo de Dios, sin fórmulas, sin atar al Espíritu Santo a nuestros conceptos o a las cosas que hemos aprendido desde hace años, y no nos dejan renovar nuestro entendimiento.
El Espíritu Santo se manifestará de manera inexplicable para muchos de nosotros, y si nos incomoda es porque algo nuevo sucede.
Si Dios va a venir sobre vos de manera sobrenatural, entonces es porque tiene propósito en tu vida… a través de tu vida.
¡Qué bueno es que estemos unidos y esperando nuevas Palabras, renovadas estrategias, revelacion y entendimiento en el estudio de la Biblia y sigamos edificando juntos la iglesia que Papá nos diseñó!
Una familia fundada en el amor y la lealtad, con brazos abiertos fuera del auditorio. Con una adoración genuina y espontánea. Reconociendo a los demás como superiores y con el carácter y la mente de Cristo.
Estas son señales contundentes de que el Espíritu Santo sigue operando y actuando en vos y en mí. La manifestación de un Dios soberano que gobierna en su iglesia.
Pastores Hugo y Ruth Herrera