Dios es muy creativo

¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Cómo va este tiempo de vacaciones? ¿Estás mucho tiempo frente a la computadora o jugando dentro de casa?

¡Te invito a que salgas un ratito al aire libre! Si estás dentro, abrí una ventana y mirá hacia afuera.

Si estás afuera jugando, en alguna plaza o en tu patio, hacé una pequeña pausa. Y si podés, sentate a descansar un momento y observá el cielo.

A mí me encanta ver los atardeceres, ¡ninguno es igual al otro! También podés mirar alguna planta o árbol que tengas cerca. ¡Hasta las hormigas o los mosquitos tienen algo interesante que enseñarnos!

¿Alguna vez te pusiste a pensar de dónde salieron todas esas cosas? ¿Quién las creó?

Hoy te quiero contar una historia que podemos leer juntos en la Biblia. Está en el libro de Génesis, capítulo 1, versículos 1 al 4. En estos versículos nos dice que Dios creó los cielos y la tierra.

Si mirás al cielo y ves las nubes blancas, grises o todo el azul, ¡todo eso lo hizo Dios! En la Biblia nos enseña que Dios creó todo lo que conocemos. Él hizo el agua para que se formen ríos, lagos y mares. Dios creó la tierra, con plantas, árboles grandes y pequeños, y hasta frutas como las naranjas y las manzanas.

También creó las estrellas, el sol para iluminar el día y la luna para la noche, ¡y las estrellas para que acompañen a la luna!

Dios hizo a los peces para que nadaran en el agua, a los pájaros para que volaran por el cielo y a todos los animales: los de la granja, los salvajes, y hasta los que se arrastran por el suelo… ¡todo eso lo hizo Dios!

Pero, ¿sabés qué? Hubo un momento muy especial en el que Dios hizo algo diferente… Creó al hombre y a la mujer, y les dijo: “Cuiden todo lo que he hecho: los animales, los pájaros, los peces… todo.” Y al mirar todo lo que había creado, Dios se sintió feliz. ¡Estaba contento con Su creación! Así que, al final de todo, Dios descansó, sabiendo que todo estaba muy bien.

Hoy, cuando mires al cielo o a algún animal, recordá que todo lo que ves fue creado por Dios. Él te hizo a vos también, y te dio la responsabilidad de cuidar y disfrutar de todo lo que Él creó.
¡Qué alegría ser parte de Su maravillosa creación! ¡Qué Dios tan creativo tenemos!