Está con Vos

Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo.
Filipenses 4:13

¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Desde dónde nos estás leyendo en estas vacaciones escolares?
A veces parece que no sabemos qué día es ni qué hora, ¿no? Como si los días fueran todos iguales. ¿A vos también te pasa?

Pero seguro algo no te olvidaste: ¡Hace apenas dos días estábamos celebrando el Año Nuevo! Festejamos el cierre de un año y el comienzo de otro con comida, música y momentos lindos.
Y seguro también te acordás que el domingo pasado, cuando nos reunimos en la iglesia, vivimos algo especial, parecido al devocional de la semana anterior.

Estuvimos con los chicos y los maestros, y nos sentamos juntos a compartir algunos motivos para agradecer por el 2024. ¡Fue emocionante escuchar a todos! Cada uno contó algo importante por lo que quería darle gracias a Jesús.

Algunos dijeron que estuvieron enfermos, pero gracias a Jesús pudieron tomar sus remedios y se curaron. Otros hablaron de lo difícil que fue estudiar, pero terminaron el año escolar con éxito y pasaron de grado.
Muchos se alegraron porque pudieron practicar deportes.
Y uno de los maestros nos contó que tardó 10 años (sí, ¡10 años!) en construir su casa. Fue un esfuerzo enorme, pero finalmente lo logró, y estaba muy feliz por eso.
¡Todos compartimos esa alegría con ellos!

Si te contara todo lo que se dijo, ¡no terminaría más! Hubo tantas razones para agradecerle a Jesús.

Al final de la reunión, hicimos algo muy lindo.
Escribimos algunos desafíos para este 2025.

¿Sabés qué es un desafío? Es algo que puede ser un poco difícil, pero que, con esfuerzo y con la ayuda de Jesús, podemos superar.
Algunos de los desafíos que escribimos fueron:

  • Levantarme sin enojarme.
  • Hacer la tarea sin que me lo pidan 10 veces.
  • Usar un poco menos la tele, la Play o el celular.
  • No pelear tanto con mi hermano o hermana.
  • Ayudar más en casa.
  • Mantener mis cosas ordenadas.
  • Prestarle algo a alguien que lo necesite.

¿Te suena alguno de estos desafíos? Quizás hay algo que te cuesta y que te gustaría mejorar. Elegí uno y convertilo en tu meta para este 2025. Lo más lindo es que no estás solo. ¡Podés pedirle a Jesús que te ayude!

Así comenzamos este nuevo año en nuestra iglesia, y queremos animarte a que te sumes a este desafío. ¡Con Jesús, todo es posible!