Gallito ciego

¿Alguna vez jugaste al gallito ciego? Si tu respuesta es NO, te explico, se trata de vendar los ojos de un participante marearlo un poquitín y luego éste debe buscar al resto de los jugadores. El punto es que cuando tocas a uno de los chicos debes decir quién es.

Siempre lo jugaba con mis amigos del barrio y la escuela y era re difícil porque si no conoces a las personas con quien estas jugando no podés descubrirlas. Pero si conoces a los jugadores empezás a describirlas por su cabello, altura, etc.  todo lo que recuerdes de él o ella.

Lo bueno es que al conocer a tus compañeros de juego cuando te sacas la venda los podés abrazar. Me gustaba mucho ese juego, en especial en el recreo y me daba mucha alegría saber que ellos me conocían a mí…   y por supuesto más cuando ganaba.

Esto me hizo pensar en ese relato de la Biblia cuando Jesús les dijo a sus discípulos: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Lo podés leer en Mateo 16:15.

Mira si jugáramos con Jesús al gallito ciego y estás con los ojos vendados y tocas a Jesús, ¡¿qué dirías de Él?  Si lo conoces es re fácil hablar de Jesús. Aunque siempre podemos conocer un poquito más de Jesús, ¡obviamente en el mejor de los libros!

En la biblia podemos encontrar todo sobre Jesús.

Siempre nos dice que nos ama, por eso podemos decir que es muy dulce. Es bueno, porque siempre está pensando en lo mejor para nosotros, también diríamos que es un sabelotodo porque nos conoce y sabe lo que necesitamos siempre.

Podríamos decir que es súper poderoso, porque para Jesús no hay nada imposible, agregaríamos que es nuestro amigo fiel y que nunca pase lo que pase nos va a dejar solos.

El mejor de los doctores, porque siempre está curando personas, es un super Maestro que nos enseña con mucho amor y rectitud.

Lo bueno es que al finalizar el juego podrías hablar con Jesús, y si te sacaras la venda sería re genial poder abrazar a Jesús.

¡Sí! ¡Sería super! Como ganar el mejor de los regalos.

Y sabes lo bueno de todo esto, es que conociendo a Jesús somos mejores persona, porque conocemos lo que es bueno y lo malo. Dale anímate a conocer más al mejor de los amigos.  Él siempre te espera para jugar, hablar, acompañarte si lo invitas en oración.