Jesús siempre me busca

Muchos cobradores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los expertos de la ley empezaron a quejarse: «Este hombre recibe bien a los pecadores, y hasta come con ellos».

Lucas 1-2

 

¿Sabías que Jesús nos ama a todos de la misma manera? ¡Si! Es así. Todos tenemos el mismo valor para Jesús.

Cuando Jesús vivía en la tierra, numerosas personas querían estar cerca de Él, escucharlo y conocerlo más. Muchas de esas personas no eran buenas. Así que los que se creían buenos pensaban: ¿Qué hace Jesús hablando con ellos si hacen cosas que no están bien? Esa gente parece que no conoce el amor de Dios.

Jesús sabía que la gente pensaba eso entonces les contó una historia:

Una señora que tenía 10 monedas de ORO… o sea, re valiosas, y un día al contarlas, se dio cuenta que tenía solo 9.  Enseguida comenzó a buscarla por toda la casa. Busco, busco y busco. Prendió una vela grande para ver mejor y la busco debajo de todos los muebles. Buscó… ¡hasta que la encontró!

Estaba tan feliz que llamo a todos sus amigos para contarles y festejar.

No quedó nadie sin saber que había encontrado su moneda perdida.

Igual que la mujer valoraba cada una de sus monedas, Jesús valora a cada uno de nosotros. Y si no nos ve cerquita nos busca.

¡Todos somos tesoros especiales para Él! No importa quiénes somos, en qué país vivimos o a qué escuela vamos. Jesús nos busca y nos ama mucho.

Así como la mujer buscó con todo su corazón la moneda perdida de la misma manera Jesús nos busca con amor y paciencia. Le gusta cuando le hablamos al orar, si leemos en la Biblia sus historias, y especialmente cuando le decimos que lo amamos.

A veces nos olvidamos que Él nos ama tanto hacemos cosas no muy buenas o nos sentimos tristes, ¡pero Jesús siempre está buscándonos para que nos acurruquemos en sus brazos amorosos!