Jesús y sus amigos

“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”

Lucas 6:12

Después que Jesús creció y ya no era un niño, sabía que había llegado el tiempo en que debía cumplir la misión que Papá Dios le había dado, pero antes tenía que buscar amigos que lo ayudarían.

Sí, Jesús tenía que enseñarles todas las cosas que conocía de Dios como un hermano mayor que ya sabe muchas cosas porque nació antes que todos. Como en una familia, pero esta sería la gran familia de Dios.

“A quienes Dios conoció de antemano, los destinó desde un principio para que sean como su Hijo, para que él sea el mayor entre muchos hermanos”

Romanos 8: 29 NBV

Entonces la aventura comenzó. ¿Te imaginas que bueno fue para Jesús encontrarse con aquellos que desde ahora serian sus amigos? Conversarían de tantas cosas, pero lo mejor de todo era que cada uno de ellos habían escuchado hablar de Él, entonces también estaban ansiosos por conocerlo. Cada uno de ellos tenía una historia particular, pero encontrarse con Jesús fue lo mejor que les había pasado.

Te aseguro que ya nada fue igual, por ejemplo, Simón que era pescador dejó de hacerlo y luego se llamó Pedro. Desde ese momento anduvieron por todos lados juntos.

A Jesús le encantaba enseñarles muchas cosas y en especial decirles cuánto los amaba Dios y lo importante que eran ellos para que Él pudiera cumplir su misión de salvarnos. Sería un trabajo en equipo, como cuando tenés que hacer una tarea muy difícil del cole y tu seño te pide que lo hagas con otros compañeros. O como cuando papá y mamá necesitan ayuda en casa y les pide a los hermanos que ordenen juntos para que el trabajo no se haga tan pesado.

Pensemos juntos en esto:

Para Jesús fue muy importante contar con sus amigos y también quiere contar con vos para mostrarles a través tuyo a muchos más… ¡cuánto los ama Dios!

Fue importante que Jesús pasara tiempo con sus amigos y enseñarles todo lo que había aprendido de Dios, como también es importante el tiempo que vos y tus amigos o familia pasen buscando pensar, sentir y actuar como Él lo haría.

Cuando iba pasando el tiempo, ellos hicieron tareas que solo ellos las podían hacer. Cada uno había sido elegido cuidadosamente después de que Jesús había orado y hablado con Papá Dios. Así también es con cada uno de nosotros. Estoy segura que vos también estas diseñado por Dios para hacer una tarea especial que solo vos podés hacer. ¿Te animas a ir descubriéndola a medida que vas creciendo?

Por eso nosotros en la iglesia formamos parte de la gran familia… “la familia de Dios” Y así podemos juntos cumplir con la misión de que otros conozcan a Jesús. Nos necesitamos y está buenísimo ser amigos y pasar tiempo juntos jugando, divirtiéndonos, ayudándonos y aprendiendo a querernos como Él lo hizo con sus amigos a los que llamo discípulos.

¡Es espectacular saber que Jesús, que es el Hijo de Dios, necesitó ayuda!

Y por eso busco amigos que lo ayuden viviendo su tiempo en la tierra, por eso nosotros también necesitamos de otros para aprender más de Él, para ayudarnos con algo difícil como puede ser una materia del cole, o cuando estamos triste o nos enfermamos.

Esta semana te invito a que busques un amigo y puedan leer juntos este devocional y luego hacer lo que más les guste porque a Jesús cuando fue niño también le gustaba mucho jugar y divertirse.