La pesca milagrosa

Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían.  Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse.

Lucas 5:6-7 DHH

¿Te acordás el devo de la semana pasada? Te Conte un par de cosas, entre ellas te dije que a Jesús le importa mucho lo que te pasa a vos y a mí.

Jesús comenzó su trabajo, su misión busco amigos para que lo ayuden. Ellos eran sus discípulos. Algunos eran pescadores, como Pedro.

A Él no solo le importaba que estos amigos lo acompañaran todos los días, y se interesaba por todo lo a que a ellos les pasaba. Estaba atento a todo.

Una mañana, después de toda una noche de intentar pescar en aguas profundas y no sacar ningún pez, Jesús se acerco al muelle, y le pidió Pedro si podía subirse a la barca para poder hablar desde ahí y que la gente que estaba a orillas del lago puedan escucharlo.

Después que termino de hablar, le dijo a Pedro: – “Vayamos otra vez a la parte más profunda del lago”.

Me imagino Pedro… Súper cansado, después de remar toda la noche e intentar pescar con sus redes sin éxito, volvió otra vez.

Y cuando fueron hasta lo hondo, lejos de la orilla Jesús dijo: “-Pedro, tira acá tus redes, que seguro vas a pescar”

“-Jesús, toda la noche intentamos pescar y nada. ¡No sé qué vamos a llevar a casa!’’, dijo Pedro

Pero Jesús una vez mas le dijo: “-Dale Pedro, tira las redes acá.”

Pedro obedeció a Jesús y …. ¿sabe que pasó?

¡Las redes de Pedro se llenaron de peces, tantos peces que llamo a otro barco para que venga a ayudar!

Estos pescadores estaban felices.