Los milagros de Jesús

Entonces Jesús les preguntó: —Muchachos, ¿tienen pescados?
Ellos le contestaron:—No.
Jesús les dijo: —Lancen la red por el lado derecho de la barca y encontrarán algunos.
Así que la lanzaron, pero no pudieron subirla a la barca porque tenía muchos peces.

 Juan 21:6-7 PDT

 

Hace algunas semanas te conte que en la Biblia hay muchos relatos, por ejemplo, los milagros de Jesús como la pesaca milagrosa, o cuando sanó a una nena enferma, curó a un ciego y muuuuchos más.

¡Yo quisiera contártelos todos! Y me imagino que las personas que los escribieron en los evangelios también querían contarlos asi que los escribieron.

Estaban tan fascinados que querían contar todo, pero no les alcanzaba el papel, ni la tinta, ni el tiempo. Y pudieron escribir solo algunos. 

Todos los milagros que Jesús hizo, y todavía hace, tienen mucho valor para las personas que los reciben porque los ayudan a ser felices.

Cuando Jesús hace un milagro, no solo quiere que vean el poder que tiene, si no también lo hace para que sepas cuanto te ama.

Todo el tiempo y todo lo que Jesús hace es porque piensa en vos y para que sepas de su amor. Yo diría, que Él, no hace otra cosa que trabajar para que vos sepas cuanto te ama.

La Biblia nos enseña que Jesús es como un papá bueno que da buenos regalos. ¡Eso no quiere decir me va a decir “sí” a cada pedido! Pero sí me da todo lo que es bueno para mí.

Muchas veces ore pidiéndole diferentes cosas a Jesús, en algunas tuve respuestas al toque, en otras pasaron años… Y en otras no tuve la respuesta que yo esperaba. Pero si hay algo que siempre supe: es que Jesús me ama muchísimo. 

Él está dispuesto a escucharme siempre y eso me hace sentir amada.  

Estoy dispuesta a amar a Jesús, aun cuando no reciba el milagro que quiero.