No es difícil

Se hablará de tu gloria maravillosa; yo siempre hablaré de tus milagros. Siempre se recordará tu asombroso poder; yo les contaré de tu grandeza. Se recordará tu bondad y se cantarán canciones que hablen de tu generosidad.

Salmo 145: 5 la 7

¡Qué difícil puede ser estar frente a muchas personas y tener que hablar o dar un discurso o una clase!

A mí me pone muy nerviosa, yo creo que me voy a olvidar las palabras, me voy a quedar muda, o me voy a desmayar.

Pero cuando tenemos que hablar de alguien que conocemos es super fácil, por ejemplo, a mí no cuesta hablar de mi mamá, ella es re genial y … obviamente la conozco desde que nací. Tampoco me resulta difícil hablar de mis hermanos, que a veces son molestos, pero son re buena onda, siempre están a mi lado.

Al rey David le re gustaba hablar y cantar canciones que describieran a Dios, como el salmo de hoy, a él le gustaba hablarle de Dios hasta a las ovejas…

Como a mi amigo Pablo, a él le resulta muy fácil hablar de su gran amigo Jesús y lleva buenas noticias a todos los que conoce e incluso a los que se cruza por la calle. A veces habla con una, dos o más personas al mismo tiempo.

Y lo más grande es que cada vez que habla de Jesús se pone re contento y hasta salta de felicidad.

No creas que le fue siempre bien, a veces la gente se enojaba con él, pero a Pablo no le importaba porque sabía que Jesús lo ama y eso le hacía tan bien que no le preocupaba que no todos lo quieran escuchar.

Él siguió contando de lo maravilloso que es tener a Jesús como amigo, por eso cada día se ocupa de que todos los que están cerca lo sepan y comprendan su gran amor.

¡¡¡Yo también lo intenté y un día me pasó algo buenísimo!!!

Estaba hablando de Jesús con dos amigas y cuando me di cuenta… de repente… había diez chicas escuchando mi charla, y fue tan fabulosos que después de hablar hasta oramos juntas.

Ahaaaa…  ¿te cuento algo? ¡Fué hermoso, sentí como que el corazón se me salía del pecho! ¡Wuau!

Pienso que así se siente mi amigo Pablo ¿no?, y seguro que alguna vez a vos te pasó lo mismo.

Tal vez en tu casa cuando se habla de Jesús, cuando papá, mamá, la abuela o alguien cuenta alguna historia de la Biblia o cómo Dios lo cuidó, a todos les dá alegría saber que Dios es tan bueno y hasta pueden aplaudir.

Hablar y contarles a otros de las buenas noticias de Jesús nos hace “portadores de la gloria de Dios”. Sí, así llama la Biblia a los que hablan de Dios, y significa: “TRANSPORTAR, LLEVAR, TRASLADAR TODO LO BUEN DE DIOS”

Así que prepárate para hablar del mejor de los amigos, el mejor de los Padres, el mejor de todos… Si obvio se llama Jesús

Dale anímate, mirá que somos muchos los valientes que estamos en la misma onda.