Obediencia

Respeta a tu papá y tu mamá, ese es el primer mandamiento que está acompañado de una promesa. Así te irá bien en todo y tendrás una larga vida en la tierra.

Efesios 6: 2-3

 

Hace ya un tiempo largo cuando era una niña recuerdo  ¡cómo me costaba obedecer!  Siempre quería hacer lo que tenía ganas, tomar mis propias decisiones. Desde mi punto de vista era lo mejor.  No me gustaba nada que me dijeran que tenía que hacer la tarea, ni cuando  obedecer ni ordenar mi cuarto mientras miraba la tele.

A veces levantaba la voz para decir lo que quería y otras  los cachetes de mi cara se enrojecían del enojo cuando un adulto me decía que hacer. Muchas otras veces me hacia la sorda, para que crean que no escuche.

Recuerdo estar jugando bajo lluvia un día de verano, me encantaba hacerlo. Al terminar de jugar entré  a la casa de mi abuela y me ordeno cambiarme las zapatillas y la ropa. Después de varias veces que me lo dijo solo me cambie la remera. Seguro ella no notaria que mis zapatillas seguían mojadas.  Y así fue… ella no lo vio, pero al pasar las horas y tener los pies mojados se me lastimó la piel.

Otro día que hacía mucho calor, llegando del colegio,  mi mamá me dijo que ponga mi botella de agua para tenerla fresca en la heladera porque al otro día que salíamos de excursión. Yo seguí jugando… total el agua podía ponerla en cualquier momento. ¿Sabes que me pasó? ¡¡¡al otro día tuve mucha sed!!!

Podría contarles un montón de historias más. Y ¿ustedes? ¿Ustedes tienen algún recuerdo como estos? Quizá en el cole con la seño cuando dice que dejemos de hablar…

¿Pero qué significa ser obediente?

Es hacer caso a una persona o una norma.  Sin embargo a veces es muy difícil y nos cuesta. Pero quiero contarles algo. Ser obedientes trae beneficios, aunque avece no lo veamos inmediatamente.

Y otras veces nos cuidan de algo o de alguien malo.

Si yo les preguntara en las dos historias que les conté, es muy fácil darnos cuenta que haber sido obediente me hubiera salvado de lastimarme  los pies y de tener sed. En ningún de las dos ocasiones  había pensado las consecuencias, pero mi mamá y mi abuela sí.

Cuando alguien que nos quiere nos da una indicación siempre hay una razón detrás, a veces la entendemos y otras quizá lo sepamos mas adelante.

¡No esperemos a que nos repitan muchas veces las mismas cosas! Intentemos de hacerlo en la primera.

La Biblia nos enseña que Jesús fue muy obediente.

Seguro muchas veces cuesta. Pero que bueno que podemos hablar con Jesús y decirle que  ser obedientes nos cuesta.

¿Saben qué? ¡La Biblia nos dice que si obedecemos a nuestros padres nos irá muy bien!

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