Todo fue creado por la Palabra, y sin la Palabra nada se hizo. De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz. La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla!
Juan 1:3-5 TLA
Te voy a contar una historia sobre un personaje imaginario:
Una velita chiquita de cumpleaños sentía mucha curiosidad en saber para qué fue creada y qué sería ese hilo negro que se veía por su cabeza. Una vela más vieja le respondió que ese hilito era su “cabo” y servía para ser “encendida”. Entonces se preguntó: ¿Qué significaba eso?
La joven vela aún sin entender estaba ansiosa por saber cuándo la iban a “encender”. Hasta que un día, en un cumpleaños llegó su gran momento y estaba súper feliz porque su luz iba a ser muy importante en el cumple.
Cuando se apagaron las luces a punto de cantar el feliz cumpleaños iluminó en la oscuridad de una manera increíble. Y no sólo eso, sino que había mucha alegría a su alrededor por la luz que ella tenía. Fue ese mismo día que supo que ya no iban a volver a encender nunca más pero eso no la puso triste… ¡ella había cumplido su misión!
Esta parece una historia muy sencilla pero ilustra que de la misma manera que esta velita supo para qué fue creada, nosotros sabemos que fuimos creados por Dios para ayudar a otros a conocer a Jesús como si fuéramos luces que iluminan y muestran como aprender más de Él.
Si fuéramos velitas nuestro propósito sería “brillar” para acercar a otros a Dios y que conozcan que su amor es grande.
Jesús dijo que dejemos que nuestras buenas acciones BRILLEN a la vista de todos.
¡Qué importante decisión tomamos cuando queremos que nuestros amigos sean alcanzados por esta luz tan especial! Jesús nos da nuevas oportunidades para brillar con EL. Sólo tenemos que estar atentos y poder ver a nuestro alrededor esas oportunidades de “iluminar” las vidas de otras personas.
No hay nada ni nadie más grande que Jesús, y por su amor tan… tan grande BRILLA EN EL CIELO. No sólo eso, unidos a Él, nosotros brillamos también, aunque no lo veas, cuando sos amigo de Jesús tenés su Luz en tu vida.
Recuerden en familia que cada uno de nosotros cuando decidimos hacer lo que Dios quiere que hagamos… somos LUZ.
Cuando hablamos lo que Dios quiere que hablemos somos LUZ.
En pocos días empiezan otra vez las clases… ¿te animás a brillar?