¡Qué lindo es estar alegre!

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!

                                                                Filipenses 4: 4

 

Después de muchos meses de cuarentena, no poder ir al cole, ni ver a sus amigos, la mamá de Belén y la mamá de Mía se pusieron de acuerdo para que se pudieran encontrar en la plaza del barrio a jugar.

 

Belén sabía de este encuentro y lo esperaba muy ansiosa. No veía la hora de ver a su amiga para charlar, correr y divertirse.  Habían hecho varios zoom y videos llamadas interminables, pero no había nada mejor como poder verse… Y al Fin llego ese día, Belén llego primero a la plaza y esperaba feliz a su amiga ¡No saben la cara que puso cuando la vio! ¡Sus ojos se abrieron, se hicieron enormes! ¡Su boca se abrió tanto que aún con el barbijo puesto se notó! El Aire de plaza no alcanzaba para entrar en sus pulmones. Alzo sus brazos lo más que pudo, tenía ganas de gritar, estaba feliz de poder ver a su amiga.

¿Cómo Crees que Mía expreso con su cuerpo su alegría?

¿Cómo la expresarías vos?

¿Cómo crees que se sentiría Mia después de unas horas, pensás que aún podría sentirlo?

¡Qué bien se siente estar alegre!

Mía y Belén tenían un motivo para estar alegres, muchas veces nosotros también tenemos un motivo…. Y otras veces no tanto.

La Biblia nos enseña que Jesús nos da motivos para estar alegres: el saber que Él nos ama, que siempre estará con nosotros y que nos perdona cuando hacemos algo que no está bien, nos produce alegría.

Dios quiere que seamos felices, y tengamos alegría, como Él mismo es feliz, como lo dice La Biblia que nos cuenta como expresa su alegría:

 

Aunque no necesita de palabras para demostrarte que te ama, con cantos de alegría te expresará la felicidad que le haces sentir, como en un día de fiesta».

Sofonías 3:17-18 TLA

 

¡Qué bueno que chicos y grandes puedan provocarse unos a otros a la alegría!

 

Miren juntos en familia este video… es especial para cantar juntos y mover mucho el cuerpo