Haces unos días venimos hablando del apóstol Pablo, ¿recordás?

Él escribió muchas cartas para enseñar a las personas que quieren ser amigos de Jesús. La vida y las enseñanzas de Pablo son muy valiosas también para nosotros y nos ayudan a crecer en nuestra amistad con Cristo.

¡Que bueno es aprender cada día más…!

En una de sus enseñanzas, él nos enseña de que podemos estudiar un montón, saber mucho sobre la Biblia y de Jesús, saber de memoria todos los libros de Nuevo y del Antiguo Testamento. También podemos ir todos los domingos a la iglesia y hasta saber de memoria todos los mandamientos… Pero si no tenemos amor no sirve de nada. 

Hace un tiempo venimos aprendiendo en los devocionales a conocer más de la Biblia y de Jesús y también en la iglesia donde aprendemos cosas nuevas.

Una de esas enseñanzas es que tenemos que amar a todos… pero la verdad que amar, amar, amar a todos no es muy fácil. Por supuesto es sencillo amar a mi familia, aunque con mi hermano me peleo bastante cuando usa mis cosas sin mi permiso.

Y en el cole… hay una chica que nunca me presta nada… a ella creo que tampoco la amo como a mi mejor amiga. 

Por supuesto a mi mejor amiga Guadalupe si que la re amooo, le mando mensajes todos días y ella me los contesta porque nos contamos todo. No si se pueda ser amiga todos en el colegio como lo soy de Guada.

Por eso estaba un poco confundida así que hable con mi Seño de la iglesia que me explique cómo podía ser amiga de todos y amarlos a todos.  La Seño Ruthi, me lo explico con tanto amor que pude entenderlo.  Ella me dijo que no siempre voy a ser amiga de todas las personas, incluso no todas las personas van a ser buenas conmigo.  Lo importante es que hagamos siempre es todo con amor. 

Yo puedo hablar con amor a todas las personas. 

San Pablo lo tenia muy claro esto por dos razones: Él entendía que era amado por Jesús de tal forma que no necesitaba nada más. 

También entendió que Jesús amaba así a todas las personas, como vos y yo. Por eso intentaba mirar a todos como Jesús lo hace.  Eso si todos lo podemos intentar. 

Todo lo que hacemos por otros hacerlo con amor, como Jesús nos enseñó.