Quiero ser bueno con todos

Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Marcos 12:31

Este año, el primer día de clases para Juana fue inolvidable. Fue muy emocionante, aunque va a la misma escuela desde el jardín de infantes. Ella es una chica un poco tímida, habla muy poco porque tiene mucha vergüenza. Siempre esta sola en los recreos mirando como los demás juegan. En el salón cuando la seño pide de hacer grupos ella es la última en sumarse. A pesar de esto y como a todos le gustaría tener muchos amigos.

Esto fue así durante bastante tiempo, pero algo cambio, o más bien, alguien la ayudo a cambiar el primer día.

Fue Paloma quien la invitó a compartir el recreo, aunque es muy diferente a Juana. A ella le encanta jugar todo el tiempo, siempre habla con vos fuerte y tiene muchas amigas. Es que le es fácil ir hablar con la gente, pareciera que nada le da vergüenza. 

Hacía ya un tiempo que Paloma aprendió del amor que Jesús tiene por ella, y se puso feliz, más de lo que ya era. Desde que conoció esa gran noticia se sintió una persona importante y especial porque Jesús la amaba muchísimo.

También aprendió que todos debemos amar a los demás de la misma manera que nos amamos a nosotros mismo, y ser tan buenos como queremos que lo sean con nosotros.

Desde ese día Paloma empezó a interesarse mas por las personas que la rodeaban, entendía que ellas también eran importantes, que tenían el mismo valor. Así que cuando veía a alguien que estaba aislado se acercaba a hacerle compañía. Por eso cuando volvió a clases puso atención en Juana y se acercó ofreciéndole su amistad.

Ahora son muy amigas y Juana ya no está mas sola en los recreos.