Sin aplausos

Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien.

2ª tesalonicenses 3: 13

Que lindo es cuando trabajamos en equipo… ¡es súper!

Todos tenemos las mismas ganas, el mismo entusiasmo, las mismas fuerzas e incluso hasta se piensa casi igual.

Seguro que alguna vez te paso que mientras trabajabas en equipo dos o tres dijeron a la vez una misma frase y hasta un mismo chiste… eso es unidad de trabajo.

Pero como sucede en todos los equipos de trabajo hay alguno que es un poquitín perezoso, tiene fiaca, es negativo y hasta tiene la manía de pronosticar lo malo que pudiera suceder. Y al momento de sentarnos a comer o merendar como corresponde se sienta a disfrutar de su merecido descanso y comida.

¿Eso es correcto? ¿se merece esta persona la comida o el descanso?

El apóstol Pablo nos enseña como debemos ser con los amigos que tienen esta característica.

Él nos habla con tanto amor, y nos enseña que, en vez de molestarnos la actitud de nuestro amigo, debemos ayudarlo y tratarlo como si fuera un hermano, orar por él o ella, y seguir trabajando en equipo para que se contagie de nuestra alegría y actitud de trabajo.

Y… ¿si fueras vos el perezoso? …o ¿yo?

A mí me gustaría que me tuvieran paciencia o que me hablen con cariño. Bueno, así debemos ser con los demás.

El apóstol Pablo recibió tanto amor de parte de Jesús que enseño a la iglesia de Tesalonicenses a alentar, acompañar, enseñar la Palabra.

Hoy vos y yo podemos hacer esto con aquellos que nos necesitan, no te desanimes, no te pongas mal si tu amigo todavía no te entiende, no bajes los brazos seguí haciendo lo que a Jesús le gusta que hagamos.

Seguir adelante, hablando del amor de Jesús, cantar, orar por los amigos aquellos que vemos todos los domingos y también aquellos que hace mucho que no vemos, seguir siendo parte del mejor de los equipos.

Mi deseo es que te quede resonando en la memoria, y que casi susurrando o en voz muy fuerte digas: “NO ME VOY A CANSAR DE HACER EL BIEN”.

Sí… a vos te digo que siempre estas al pie del cañón, que estas inflando globos para un evento, llevando ropa y alimento para algún comedor, barriendo tu iglesia después de la clase, llevando un vasito de agua NO TE CANSES DE HACER EL BIEN

Y obviamente todo aquello que hacemos lo hacemos porque amamos a Jesús y no para que nos estén aplaudiendo como si fuéramos estrellas o héroes. Jesús que nos conoce re bien te recompensa con su amor, paz, felicidad, cuidado y todo aquello que vos conoces de lo hermoso que tiene Jesús.