Un Influencer del cielo

En la época en la Que vivió Jesús no había celulares, ni internet.  No existía ni la tele, el cine, y mucho menos Tik Tok. La gente no usaba las redes sociales porque no se habían inventado… ni YouTube, insta Facebook y mucho menos twitch ¿Parece re aburrido no? Pero NO. Los chicos jugaban en las calles y hacían pelotas con trapos, las madres se juntaban a lavar la ropa en el río o en alguna fuente comunitaria. Los padres trabajaban la tierra o criaban ganado, todos tenían algo bueno para hacer.

Hoy es muchiiiisiimooo más fácil mandar un mensaje o llevar una noticia. Antes lo hacían hablando de uno a uno se contaban las cosas que pasaban, o había mensajeros especiales que iban por los pueblos.

La gente que seguía a Jesús no podía verlo por “You Tuve” ni podían “Activar la campanita” para tenerlo en sus redes. Sino que literalmente, cuando se enteraban que estaban en algún lugar y que estaba cerca o por llegar, iban corriendo para escucharlo.

Muchos dejaban lo que estaban haciendo para poder oírlo. ¡Todos sabían que lo que Jesús tiene para contar es muy importante!

Un día Jesús fue de visita a la casa de sus amigos, Lázaro y sus dos hermanas.  Pero muchas otras personas estaban también ahí, aprovechando la oportunidad para poder estar cerca de Él.

Mientras estaban en la casa, una de las hermanas aprovecho para estar tooodo el día cerca de Jesús, quería escuchar, aprender lo más que podía. Disfrutaba mucho mirándolo mientras Él hablaba. No todos los días Jesús venia de visita a su casa.

Así que María dejo todo lo que estaba haciendo porque prefería aprovechar todo el tiempo que su gran amigo estaba en su casa.

Me imagino la cara de María, aprovechando cada minuto, sus ojos anclados en Jesús, su cara con una sonrisa. Siempre atenta. Intentado recordar cada palabra del maestro. Yo creo que al día siguiente seguro paso mucho tiempo recordando cada palabra y hasta el aroma de Jesús.

Ella esta feliz de estar sentada escuchándolo.

La hermana de María, se llamaba Marta. Ella en cambio estuvo todo el tiempo haciendo cosas en la casa. Que el mantel, los cubiertos, las servilletas, que la sobre mesa… el café… A Marta solo le preocupada que todo este perfecto.

Después de ese día ellas no sabían que tan probable era volver a ver a Jesús. Por eso María quería aprovechar todo el tiempo para escucharlo. No había nada más importante. Todo todo pero todo podía esperar.

Muchas veces yo soy como Marta, hermana que estaba haciendo muchas cosas, miro mi serie favorita, juego con amigos, voy a al club, juego a la play… y nunca dejo tiempo suficiente para leer de Jesús, cantarle alguna canción y orar.

¿No te pasa a vos también? Es verdad que hay cosas muy divertidas para hacer, y además hay que estudias y ayudar a los grandes en la casa. Pero… ¿y para Jesús cuando tenés tiempo?

Esta semana, te propongo algo, podes hacerte un cartelito y ponerlo en algún lugar donde lo veas fácilmente y que diga:  TODOS LOS DÍAS, RESERVEMOS 10 MINUTOS, PARA HABLAR CON JESÚS.  

Así te acordás de orar y darle gracias por todo lo que tenés, pedirle por algo, o contarle lo que te pasó en el colegio, igual que como hablás con tus amigos. ¡Hasta

podés cantarle alguna canción. Y para aprender más de Jesús leer sus historias en la Biblia.

¡Dale hagámoslo!