Vida Eterna

Vida Eterna

Dios Nos dice: 11 Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.

Jeremías 29:11 TLA

Hace unas semanas, hablamos algo muy importante: la vida eterna,  un regalo que Dios nos da.

Me quedé pensando… ¿Será que ese es el único regalo que Dios tiene para mí? Seguro que la vida eterna es hermosa, pero… ¿y ahora? ¿qué pasa cuando no todo va bien?

Porque, a veces, las cosas se ponen difíciles.
A veces nos enfermamos.
A veces escuchamos discutir a los grandes de casa.
A veces estamos tristes… y no entendemos por qué.

Entonces le pregunté a mi seño de la iglesia: —¿Dios también nos ayuda ahora? ¿O solo en la vida eterna?

Y ella me contó una historia:

Cuando yo era chica, había un día que me encantaba: el jueves.
Ese día, mi abuela venía a buscarme al colegio. ¡Era lo mejor de la semana! Mi abuela cocinaba cosas riquísimas, cosas que a mí me gustaban.
A veces íbamos al kiosco, y ella me dejaba elegir una golosina que mi mamá no me compraba.
Desde el viernes, ya estaba esperando que llegue el jueves otra vez. Un día le dije:
—Abu, desde el viernes pasado que no hago otra cosa que pensar en el jueves… en lo que vamos a cocinar y  en lo que me vas a comprar. Mi abuela me abrazó y me dijo con una sonrisa:
—A mí también me encanta pasar tiempo con vos. Pero sabés qué… también hay que disfrutar los días entre un jueves y otro. Yo pensé: “¡Pero si hay días que no me gustan nada!”
Por ejemplo, los sábados. Ese día había que limpiar. Tenía que hacer la cama, ordenar la ropa, sacar cosas de los cajones… ¡qué feo!  Y si lo pienso bien, cada día tenía algo que no me gustaba. Pero ese jueves, mi abuela tuvo una idea. Cocinamos juntas unas galletitas que se podían guardar en el freezer. Las pusimos en bolsitas, y a cada una le pusimos un nombre:
“Lunes”, “Martes”, “Miércoles”

Así, todos los días podía comer una galletita especial, como si fuera jueves, aunque no lo fuera. Y eso me hizo pensar en Dios. Porque Dios es como esa abuela que piensa en vos todos los días.
Él no solo preparó algo lindo para el final (la vida eterna),
sino que también llenó cada día de pequeñas cosas buenas,
aunque algunos días no parezcan tan lindos.

Dios está con nosotros todos los días. Hasta en los que no nos gustan tanto. Y siempre tiene algo preparado para hacernos sentir su abrazo. ¡Eso me llena de Esperanza!