» Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”
Mateo25:40
La semana pasada te conté una historia de Juliana ¿te acordás? ella estaba un poco curiosa por saber qué pensaba Jesús de los niños. Fue cuando su abuela le contó que los niños son súper importantes para Él.
Juliana se puso muy contenta al saber esto, porque Jesús también es muy importante para ella. Había decidido ser amiga de Jesús y tal cual como nos pasa a todos, cuando tenemos amigos queremos hacer cosas que les gusten y pasar tiempo con ellos.
Juliana sabía que su abuela ayudaba llevando ropa que ya no usaban a la iglesia, pero ella necesitaba saber qué cosas podía hacer ella que a Jesús le guste mucho hacer, como ayudar a otros.
Mientras volvían a de la iglesia caminando, Juliana también quiso saber qué cosas podía hacer. ¿Ella había entendido perfectamente que es importante para Jesús, pero se preguntaba qué cosas podía hacer ella, aunque no era muy grande?
La abuela de Juli le contó una historia de la Biblia en la que Jesús hizo un milagro enorme cuando le dio a comer a miles y miles de personas. Hace poco hablamos de esta historia ¿te la acordás?
Había mucha gente escuchando a Jesús, era como un estadio de persona lleno y se había acercado la hora de comer. No había kioscos ni almacenes cerca y tampoco tenían plata para darle de comer a todos. Los discípulos de Jesús empezaron a buscar a ver quién tendría algo para ayudar ¿y sabes quién ayudó? ¿quién colaboró? ¿quién tenía algo y lo puso a disposición de Jesús? Un niño… ¡si un chico!
Esta historia es re conocida, pero cada vez que me acuerdo o la vuelvo a leer hasta me dan ganas de saltar de la alegría cuando me imagino que Jesús multiplicó tan pocos panes y peces para darle comer a taaaaannntaaaa gente. ¡Cómo me gustaría haber estado ahí!
Pero lo importante que te quiero decir hoy es que, así como este nene dio todo lo que tenía para que Jesús hiciera el milagro, nosotros también podemos dar, aunque no sea todo, algo de lo que tenemos para ayudar a otros.
Mientras caminaba la abuela le preguntó a Juli: -Por ejemplo ¿hay alguna cosa que tengas en tu casa que ya no estás usando mucho?
– ¡SÍ! contestó ella, la casa de muñecas porque ya no estoy jugando tanto con ese juguete.
Y a vos, ¿no te pasa lo mismo que a Juli? Seguro que si mirás bien hay ciertas cosas que podés dar. Todos podemos mirar y estar atentos para ayudar a otros de alguna manera.
Estoy pensando que cuando hacemos algo bueno por los demás nosotros podemos ser el milagro que otra persona espera.
Si ves en el recreo alguien que no tiene para comer y vos sí, le podés compartir lo un poco. O simplemente acercarte a alguien que está solo porque no tiene amigos.
También podés orar por alguna otra persona que tiene un problema. ¡Estoy segura de que Jesús escucha tu oración!
¿Qué otras cosas pensás que se pueden hacer por los demás? ¡Queremos saber! Animate y pedile a alguien de tu familia que te ayude a escribirnos un WhatsApp a este número para darnos más ideas y compartirlas con otros PeKes.
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